Hack para evitar que los huevos fritos se peguen al sartén

Hack para evitar que los huevos fritos se peguen al sartén

Huevos fritos

Aprende a freír huevos sin que se te peguen en el sartén. Crédito: Shutterstock

Uno de los alimentos más recomendados para el desayuno es el huevo, `por ser fuente de proteínas y aminoácidos que proporcionan energía. Los huevos de pueden preparar de mucha formas, pero si los haces fritos y se te pegan al sartén compartiremos un viejo truco que te ayudará a resolverlo.

Dentro de los beneficios de comer huevo destacan la calidad y biodisponibilidad de su proteína, gran capacidad saciante, versatilidad y el precio.

Al revisar el valor nutricional del huevo según la Fundación Española de Nutrición (FEN), cada 100 gramos aporta 150 calorías, 12,5 gramos de proteína, 11,1 gramos de grasas, 57 miligramos de calcio,140 miligramos de sodio, 130 miligramos de potasio y 200 miligramos de fósforo.

Mientras que si es frito, el aporte calórico es de 185 kcal por cada 100 g, con 14,5 g de grasas, según Bedca

Aunque en teoría es muy fácil hacer unos huevos fritos, en el proceso de cocinarlos se pueden pegar al sartén, para evitarlo explicamos el paso a paso para evitar que se peguen y el video compartido por el portal especializado en recetas Comedera.

En caso de que no tengas un sartén antiadherente, y utilices sartenes de hierro, acero inoxidable, aluminio u otro material, lo primero que debe tener en cuenta que el aceite debe estar bien caliente.

Paso a paso para freír huevos

Algunos chefs recomiendan usar sal o harina de trigo una mejor cocción.

1.- Calentar el sartén a fuego medio

2.- Una vez está caliente agregar el aceite

3.- Espolvorea un poco de harina de trigo, esto hará que se forma una ligera capa antiadherente

4.- Agrega el huevo y cocínalo sin temor a que se quede pegado de la sartén.

5.- Retira el huevo y sírvelo

Así puedes cocinar un huevo frito con el borde crujiente

El sitio web de recetas Directo Al Paladar comparte un truco para lograr huevos fritos con el borde crujiente.

Para lograrlo la clave es suficiente aceite, al menos un dedo en un sartén suficientemente amplio para freír los huevos sin que quedan uno sobre el otro.

Cuando el aceite esté bien caliente sin esperar a que esté humeando, se agregan los huevos lo más cerca posible a la sartén.

Con una espumadera bañar con el aceite la clara del huevo hasta que los bordes tomen un color dorado. Una vez que ocurra se procede a sacar el huevo con la espumadera.

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