El Bronx vibra con una nueva edición de la Parada Dominicana en El Bronx

La Avenida Grand Concourse se llena de fiesta a ritmo de merengue y la cultura quisqueyana

La belleza de los trajes típicos destacó durante una nueva edición del tradicional desfile. /Juan Alberto Vázquez

La belleza de los trajes típicos destacó durante una nueva edición del tradicional desfile. /Juan Alberto Vázquez Crédito: Cortesía

Como dice una célebre canción del género, “si bailando merengue te diviertes” queda claro que también lo puedes hacer marchando el último domingo de julio durante la Gran Parada Dominicana en El Bronx, que este año celebró 35 años de haberse instaurado.

Con dicho propósito, la Avenida Grand Concourse —vena principal que cruza varios barrios en el corazón de la más amplia comunidad dominicana en Nueva York—, desde antes del mediodía ya se había pintado de rojo, azul y blanco, los colores de la bandera isleña, para recibir a las decenas de miles que salieron a las calles a celebrar la cultura quisqueyana.

En cada esquina, platos de pollo con espagueti y arroz con frijoles y habichuela, endulzaban el ambiente y otorgaban la suficiente proteína para enfrentar los embates de la jornada por venir, provista de mucho baile, gritos y jaloneos. Para ayudar a la digestión de la comida, quedaba la opción del baile o de las piraguas, esos hielos que se sirven de tantos sabores como colores existen.

—¿Qué es lo tuyo? —, saluda un local de nombre Wilbert a este enviado de prensa cubriendo una de las fiestas callejeras en Nueva York que más impacta los sentidos. Y luego presume: “Vengo del mejor país del mundo”.

—¿Explícame por qué? — lo reta el reportero.

Luego Wilbert estira un brazo y lo pasea para mostrar al visitante el desfile callejero donde jóvenes de ambos sexos mueven el cuerpo, ansiosos frente a la competencia de ritmos que salen de los altavoces que cada contingente instaló en sus autos o carrozas.

El anfitrión remata mostrando la cara de su hijo de escasos 3 años: “¿a poco no parece español? Y es que somos una raza donde se juntan muchas otras, somos la mejor”, insiste.

La música en altos decibeles mueve las entrañas pero aunque no se manejara este volumen tan alto, un dominicano se delata porque no puede dejar de moverse ante los ritmos propuestos que van de la romántica bachata, al vertiginoso merengue o el erótico reguetón que, como ciertas grasas, va directo a las caderas. No es estrictamente un festival musical, pero parece.

De pronto, aunque algunas nubes ofrecen una tregua a los participantes, el evento se realizó casi en su totalidad en un día soleado. Sin embargo, tal parece que el clima no apacigua, sino que enciende el ánimo de quienes se crecen al estímulo del astro.

El Diario de Nueva York dice presente

La carroza del Campeón de los Hispanos formó parte una vez más del histórico desfile en El Condado de la Salsa que vibró por todo lo alto.

En medio de las carrozas participantes, hay una en particular que llama la atención. Es el que lleva las siglas de El Diario de Nueva York y al hallarlo de frente lo primero que despide son las notas del dueto Liza y Willie que viene montados cantando en vivo encima del carruaje. Ellos se conocieron en la Newtown High School, Queens, Nueva York en la clase de música. Tras de hacerse grandes amigos y escribir canciones juntos, decidieron formar este dueto luego de pertenecer a varios grupos de bachata que terminaron disolviéndose.

Justo en este desfile están cumpliendo una década de ser “Liza y Willie” y por eso en el desfile dominical inspiran con canciones como “Culpables”, “Siempre”, “Vivir Sin Tu Amor” y “Perdón” que es uno de sus más reconocidos en Spotify.

También viajaron en la carroza de El Diario de Nueva York la decana Ana García Reyes y el Dr. Wilfredo Burgos Mato, ambos pertenecientes a Hostos Community College. Amistades de esta casa editorial como Eusmeiry Bello, Yolanda Soto y Michael Gómez, que, aunque subieron tarde a la tarima, se ponen al corriente bailando y celebrando todas las tonadas.

Cuando la música de Liza y Willie toma un respiro pues el desfile de pronto se aletarga, en la parte alta del mismo carruaje se encuentra listo DJ Don Rafa mezclando las mejores tonadas surgidas de la República Dominicana. En ese lapso se reúnen alrededor del carruaje decenas de bailadores que responden a las provocaciones sonoras que el DJ ofrece. La fiesta, entonces, se hace una sola arriba y abajo del camión.

Batucada en las cuatro esquinas

La Avenida Grand Concourse de El Bronx volvió a llenarse del espíritu cultural dominicano.

Como en todo festejo hubo personas que no estaban tan alegres en la soleada tarde dominical a mitad del verano. Las damas Rosa Maldonado y Caridad Correa, que se habían puesto lo mejor de su ajuar para la ocasión, lamentaban el retraso de una hora que hubo para dar inicio del evento.
“Hemos venido cada año y nunca nos habían hecho esperar”, se quejaban debajo de un árbol sobre la Grand Concourse.

Otra más que aprovechó la parada para exigir justicia fue Martha Núñez de la Unión Cívica quien aclaró a El Diario que había “más de 2 mil 500 desaparecidos en la República Dominicana y hasta ahora no ha habido justicia”. Insistió que tanto el actual gobierno, así como la ONU y la OEA “han sido indiferentes a los derechos humanos de los dominicanos”.

Sin embargo, la señora Núñez se olvidó de pronto del reclamo y aceptó que ella también acudió a celebrar la pertenencia a este país. Disimuladamente canta algunas de las tonadas suaves que despiden el camión de los supermercados Key Food, igualmente patrocinadores del evento que, como Organización Comunitaria, fundó Felipe Febles el 3 de mayo de 1989, hace poco más 35 años.

En algún momento de la tarde el retraso que había concentrado el festejo entre las avenidas 190 y 180 finalmente se destraba y así todos los asistentes pudieron disfrutar de los bailes, la música en vivo y los regalos que se distribuían desde los camiones participantes.

Al final, la fiesta se trasladó completa lentamente hacia la gran tarima artística ubicada en la misma Concourse a la altura de la Calle 168 donde más de tres decenas de artistas de diferente género, planeaban continuar el festejo hasta que el sol desapareciera.

Dejando al público con la promesa de una nueva Gran Parada Dominicana en el Bronx que con toda seguridad regresará en el 2025.

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