Editorial: Robo en la urnas de Venezuela

La crisis causada por la dictadura de Maduro repercute a lo largo del continente

La diáspora venezolana en Nueva York salió a protestar.

La diáspora venezolana en Nueva York salió a protestar. Crédito: Karina Lugo | Cortesía

Las elecciones para presidente de Venezuela, en las que Nicolás Maduro fue proclamado ganador, están empañadas de irregularidades llegando a cumplirse lo que todos temían: que el mandatario rechace el resultado que da fin a 11 años de su gobierno.

A medida que pasan las horas se acrecienta la magnitud de un fraude electoral, de las protestas populares por el robo en las urnas, la represión contra los manifestantes y la persecución de líderes de la oposición política por parte del régimen chavista que se resiste a reconocer su fracaso después de más de dos décadas en el poder.

Millones de venezolanos ya votaron mucho antes de la elección con los pies, marchando de su hogar en busca de un futuro que el gobierno de su propio país le negó. Los que deberían marcharse son los dictadores y sus allegados, quienes se perpetúan en el poder ya no por la fuerza de la convicción sino por el miedo de no tener donde ir. La desesperación de Maduro y quienes se enriquecieron a su costa, es un mal presagio para el pueblo venezolano.

El resultado oficial del Consejo Nacional Electoral dio a Maduro el 51% de los votos, frente a un 44% de su principal rival, Edmundo González Urrutia, quien entró en reemplazo de María Corina Machado que fue inhabilitada por el gobierno para competir por la presidencia. Las encuestas previas y una a boca de urna daban victoria de las oposición por amplio margen.

Las acciones del gobierno de Maduro presagiaba un mal desenlace al prohibir el ingreso al país de observadores electorales que fueran críticos al régimen bolivariano. Las declaraciones victoriosas previas al comicio del mandatario explicando la imposibilidad de una victoria de la oposición, mezclándolas con las milicias que nunca permitirán el fin de lo que llama la revolución.

El día de la elección los incidentes registrados en el sitio de votos con integrantes de los “colectivos” chavistas y otros individuos que quisieron robar votos. El llamado del vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, a una “movilización popular ” antes de saberse el resultado.

Hay muchos indicios de irregularidades sin que se demuestre las planillas de cada mesa electoral tal como lo exige el Centro Carter que estuvo como veedor y no está convencido de la proclamación de una victoria oficialista. La negativa de Maduro de dar a conocer las listas es una confirmación del fraude.
Esperamos que el desenlace de la elección sea el comienzo de un cambio para una situación insostenible que obligó la partida para millones de personas, y los que hoy, desanimados por este comicio, planean irse.

La crisis causada por la dictadura de Maduro repercute a lo largo del continente, el fracaso de la democracia es un problema de todos por eso hoy es necesaria la solidaridad continental con los venezolanos.

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