EL Awards: Aldrin Bonilla

Al doctor Aldrin Bonilla la Gran Manzana le ha dado tanto, que ahora es él quien quiere regresar algo de ese amor al lugar donde ha vivido toda su vida.

“Me encanta servir a la ciudad de Nueva York”, dijo. “Me ha dado mucho, y quiero hacer mi parte”.

El doctor Bonilla es vicepresidente ejecutivo del Fondo para la Ciudad de Nueva York, una organización sin fines de lucro que ofrece subvenciones y préstamos a agencias gubernamentales y otras organizaciones sin fines de lucro para mejorar la calidad de vida de los residentes de la ciudad.

Algunas de las iniciativas más destacadas del fondo que lidera Bonilla son los Premios Sloan al Servicio Público, los Premios Sloan a la Excelencia en la Enseñanza de Ciencias y Matemáticas (STEM), y el programa de becas de planificación comunitaria de la Ciudad de Nueva York.

“Lo que más me gusta es celebrar y reconocer la excelencia”, dijo. “Lo hemos hecho con maestros del [programa] STEM de bachillerato, con los servidores públicos de la ciudad y con líderes de organizaciones sin fines de lucro”.

Nueva York es una ciudad con 9 millones de habitantes y es la más poblada del país. Para el doctor Bonilla, pasan muchas cosas buenas con personas buenas.

Y fue precisamente una persona buena la que lo inspiró a superarse y a llegar a convertirse en doctor en educación por la Universidad de Nueva York. Se trata de quien estaba a cargo del programa de después de escuela de su comunidad. Tanto al doctor Bonilla como a otros niños del barrio que eran latinos y afroamericanos, los expuso a la mejor parte de Nueva York: galerías de arte, museos, instituciones culturales y teatros, entre otros lugares icónicos.

El doctor Bonilla es hijo de inmigrantes dominicanos; su padre fue mecánico y su madre obrera en una fábrica. Creció en Washington Heights y está convencido de que para que lleguen las oportunidades “tenemos que poner de nuestra parte, pero sobre todo, no dejar de luchar por esas oportunidades”.

“Tenemos que seguir luchando para las siguientes generaciones”, dijo. “Porque se cierran si no peleamos por ellas”.