Animales meteorólogos: 6 especies capaces de predecir el clima

Descubre cómo ciertos animales, como grillos, vacas y tiburones, pueden predecir el clima gracias a sus agudos sentidos y habilidades naturales

Termómetro

Algunos animales se comportan de distinta forma, de acuerdo a las condiciones climatológicas. Crédito: Shutterstock

A lo largo de la historia, los seres humanos han observado el comportamiento de los animales para anticipar cambios en el clima.

Aunque algunos de estos patrones pueden parecer supersticiones o mitos populares, estudios científicos recientes han demostrado que ciertos animales son capaces de predecir cambios meteorológicos con sorprendente precisión. Esto se debe a sus habilidades sensoriales altamente desarrolladas, que les permiten detectar cambios sutiles en la presión atmosférica, la humedad y las temperaturas.

En el siguiente artículo, analizaremos cómo 6 animales pueden pronosticar el tiempo basándose en investigaciones científicas.

6 tipos de animales que son capaces de predecir cambios de clima

1) Grillos: los termómetros naturales

El ruido característico que hacen los grillos está relacionado con temas del clima. (Foto: Shutterstock)

Los grillos, esos pequeños insectos de canto agudo que escuchamos en las noches de verano, son más que simples músicos de la naturaleza. De hecho, actúan como verdaderos termómetros naturales. Este fenómeno está relacionado con su metabolismo, el cual es extremadamente sensible a la temperatura ambiental. Un estudio de la Universidad de Missouri reveló que la frecuencia de los chirridos de los grillos está directamente relacionada con la temperatura exterior.

    Según la fórmula de Dolbear, desarrollada por el físico Amos Dolbear en 1897, se puede estimar la temperatura en grados Celsius contando el número de chirridos emitidos por un grillo en un minuto, dividiendo esa cantidad por 5 y luego restando 9. Así, los grillos no solo reaccionan ante los cambios de temperatura, sino que su canto sirve como un indicador preciso de la misma, convirtiéndolos en termómetros vivientes.

    2) Vacas: previsoras de tormentas

    Las manadas de vacas suelen “avisar” la llegada de fuertes tormentas. (Foto: Shutterstock)

    El comportamiento de las vacas también está estrechamente relacionado con las condiciones meteorológicas. Un estudio de la Universidad de Arizona encontró que, antes de una tormenta, las vacas tienden a agruparse y a acostarse en el suelo. Esta conducta no es casualidad; de hecho, les permite conservar el calor y mantener seco el terreno donde descansan. Este cambio en su comportamiento se debe a su capacidad para detectar variaciones en la presión atmosférica, lo que indica que se acerca una tormenta.

      Este fenómeno está asociado con la hipótesis de la presión barométrica, que sugiere que los animales como las vacas son capaces de percibir estos cambios sutiles en la atmósfera, lo que les permite anticipar tormentas y buscar refugio antes de que lleguen. Así, observar a un grupo de vacas tumbadas puede ser una señal clara de que una tormenta está en camino.

      3) Hormigas: el reloj atmosférico

      Las hormigas actúan con anticipación ante una fuerte tormenta. (Foto: Shutterstock)

      Las hormigas, conocidas por su diligencia y organización, también son sensibles a los cambios climáticos, particularmente en lo que respecta a la humedad y la presión del aire. Un estudio publicado en el Journal of Experimental Biology demostró que, ante una caída en la presión barométrica, las hormigas modifican su comportamiento antes de una lluvia intensa. Comienzan a retirarse a sus hormigueros y sellan las entradas, protegiéndose así de la tormenta inminente.

        Este comportamiento coordinado se debe en gran parte a las feromonas, señales químicas que las hormigas utilizan para comunicarse entre sí y organizar acciones en masa. De esta forma, estos insectos son capaces de predecir cambios en el clima y protegerse de las inclemencias meteorológicas.

        4) Tiburones: expertos en cambios de presión hidrostática

        Los tiburones nadan de forma diferente si se aproxima un huracán. (Foto: Shutterstock)

        En el entorno acuático, los tiburones son verdaderos meteorólogos. Investigaciones del Centro de Estudios sobre Tiburones de la Universidad de Florida han demostrado que especies, como el tiburón de puntas negras, son capaces de detectar cambios en la presión hidrostática, lo que les permite anticipar tormentas y huracanes.

        Cuando los tiburones perciben una caída en la presión hidrostática, nadan rápidamente hacia aguas más profundas, donde las condiciones son más estables. Este comportamiento ha sido observado especialmente antes de huracanes, lo que sugiere que es una adaptación evolutiva para sobrevivir en condiciones extremas.

        5) Ranas: expertas en detectar humedad

        No cabe duda de que las ranas son animales de agua y por lo tanto, pueden anticiparse a las lluvias. (Foto: Shutterstock)

        Las ranas son animales particularmente sensibles a la humedad y a la presión atmosférica. Estudios de la Universidad de Helsinki han revelado que algunas especies de ranas aumentan la frecuencia y el tono de sus croares antes de la llegada de una tormenta.

        Este aumento en la actividad vocal ocurre cuando la presión atmosférica cae, lo que para las ranas es una señal de que se aproxima la lluvia. Además, algunas ranas incluso emergen de sus escondites antes de una tormenta, lo que convierte a estos anfibios en predictores naturales de la lluvia.

        6) Aves: el vuelo bajo de los grajos

          Las aves tienen un vuelo muy característico cuando la presión de la atmósfera disminuye. (Foto: Shutterstock)

          Finalmente, uno de los comportamientos más conocidos en relación con el clima es el vuelo bajo de las aves, como los grajos. Este fenómeno tiene una base científica: cuando la presión atmosférica disminuye, el aire se vuelve más denso, lo que hace que volar a grandes altitudes sea más difícil. Como resultado, las aves descienden para facilitar su vuelo.

          Además, los insectos también tienden a volar más bajo en condiciones de baja presión, lo que ofrece a las aves la oportunidad de cazar más fácilmente. Así, el vuelo bajo de las aves no solo es un indicador del clima, sino también una estrategia de supervivencia.

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