Editorial: La oportunidad que brinda el voto anticipado
El sufragio por adelantado arranca en Nueva York el 26 de octubre hasta el 3 de noviembre.
En los países latinoamericanos por lo general el votante está acostumbrado a ir en masa a ejercer su derecho al sufragio el día que marca el calendario electoral, pero para los hispanos que ya han echado raíces aquí o acaban de hacerse ciudadanos queremos recordarles que en EEUU el proceso arranca antes del 5 de noviembre.
Los estados ofrecen al elector la oportunidad de enviar su boleta por correo o de depositar personalmente el voto de manera anticipada en las juntas electorales especiales destinadas para este fin.
Las próximas elecciones son de suma importancia como para quedarse sin poder ejercer este derecho en el sistema democrático estadounidense.
Nos hacemos eco del más de millón de votantes que por adelantado se volcaron a las urnas en Georgia desde la semana pasada, lo que marca un récord en ese estado sureño que tiene al menos 7 millones de votantes censados.
Animamos a los votantes latinos en Nueva York a seguir los pasos de sus similares de Georgia. Los votantes neoyorquinos puede acudir a los recintos que se instalen a partir del 26 de octubre hasta el 3 de noviembre.
Acudir a depositar el voto antes del 5 de noviembre tiene sus ventajas. Por un lado el sufragante evita el estrés de las largas colas y contratiempos que puedan surgir en la mesa electoral –en muchos casos generados por tácticas de supresión–, y por el otro permite que la jornada del día como tal fluya. Pero lo más importante es aumentar la participación cívica.
Según la Asociación Nacional de Oficiales Electos (NALEO) el número de latinos elegibles para votar supera los 31 millones. Somos un bloque importante, aún hay tiempo para que se empadronen y empiecen a depositar la boleta temprano.
Cada voto cuenta en esta elección. Como comunidad necesitamos involucrarnos si queremos el día de mañana reclamar fondos para programas sociales, mejores empleos, seguridad, mejor educación para nuestros hijos, pagos justos de salario, etc.
El sufragio nos da visibilidad y un lugar en la mesa para pedir cuentas a los funcionarios que elegimos. No demos nada por sentado y pensemos en aquellos que por circunstancias de la vida no tienen este privilegio pero aportan de manera igualitaria al engrandecimiento de Estados Unidos.
De esta elección depende el futuro de mucha gente en nuestra comunidad.
Los hispanos elegibles para votar tienen no solo un compromiso cívico sino la oportunidad de ser agentes de cambio y una voz activa en las urnas.