México preocupado con la victoria de Trump por sus amenazas durante la campaña

Analistas advierten que habrá retos y volatilidad en las relaciones bilaterales. Si Sheinbaum sabe manejar las amenazas y presiones, podría salir beneficiada

México teme porque Trump cumpla con las promesas de campaña con relación a los aranceles, frontera y más.

México teme porque Trump cumpla con las promesas de campaña con relación a los aranceles, frontera y más. Crédito: Deutsche Welle

El republicano Donald Trump se declaró ganador de las elecciones 2024: “Agradezco ser elegido su presidente 47”, fueron sus palabras tras imponerse a su rival, la demócrata Kamala Harris. Las reacciones no se hicieron esperar, y México demostró su preocupación por las recientes amenazas que lanzó sobre el aumento de aranceles, entre otros temas.

Las proyecciones de los medios de comunicación apuntaron como ganador a Donald Trump, tras obtener los 270 votos electorales que se necesitan para convertirse en el mandatario del país, tras imponerse a su rival, la demócrata Kamala Harris.

Algunos expertos en Latinoamérica, principalmente en México, socio comercial de Estados Unidos, temen que algunas de esas promesas de campaña, realmente las ejecuté el nuevo mandatario de la nación.

El peso mexicano tuvo su peor nivel

Los mercados financieros están nerviosos, y el peso mexicano tocó su peor nivel en dos años.

Mientras que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, intenta tranquilizar los ánimos. “No hay ningún motivo de preocupación”, dijo en su conferencia de la mañana de este día: “México siempre sale adelante”, auguró.

Trump afirmó que impondría aranceles a las importaciones desde México del 25% aunque ese porcentaje lo fue aumentado, y hasta amenazó con invadir al país vecino para acabar con los cárteles criminales de la droga.

A raíz de ese clima de amenazas, “el panorama para la relación bilateral se ve complicado”, dice a la agencia de información Deutsche Welle, Lila Abed, directora del Instituto México en el Wilson Center, cuya sede principal está en Washington.

Los tres puntos neurálgicos entre ambos países son la migración, el comercio y la seguridad.

Presión sobre la migración

Trump intentará, sin duda, presionar a México por la vía comercial para obtener réditos en temas como la droga o la migración, opina Estefania Cruz Lera, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Habrá presión para que el Gobierno mexicano refuerce su frontera sur“, adelanta la investigadora en conversación con DW.

Sin embargo, la politóloga ve poco factible la anunciada deportación masiva de migrantes. “Es imposible debido a la logística y al factor económico”, aseguró.

Otra visión tiene la exembajadora de México ante la Casa Blanca Martha Bárcena. “El discurso de Trump sobre migración fue fundamental en su triunfo”.

Cumplirá, hasta donde prácticamente pueda con su amenaza de redadas y deportaciones masivas”, alertó en su cuenta de X. “Ello implica retos enormes para el gobierno de México”.

Una rendija para Sheinbaum

Sin embargo, ese escenario también presenta oportunidades, dice Mariana Campero, vicepresidenta de la Consultora CMM, especializada en economía y comercio.

“Hasta ahora, Sheinbaum ha demostrado que tiene muy poco espacio para navegar fuera de los límites que le han impuesto (su predecesor) Andrés Manuel López Obrador y Morena (el partido gobernante)”, dijo al mismo medio de información.

Responder a ciertas demandas o amenazas de Estados Unidos podría abrirle un camino propio.

¿Revisión o renegociación del T-Mec?

La revisión del Tratado de Libre Comercio de México, EE. UU. y Canadá (T-MEC) está prevista para 2026. En las cifras, el comercio bilateral va bien; sin embargo, detrás de bambalinas “han aumentado las tensiones”, dice Abed.

“Las distintas reformas constitucionales que se aprobaron en México han impactado en las inversiones y los intereses de Estados Unidos en el país”, explica.

Trump anunció en campaña que quiere renegociar todo el tratado, no solamente actualizarlo, y que tratará de impedir que México se convierta en plataforma para exportar productos chinos hacia EE. UU..

Bárcena considera incluso que “la administración de Trump podría salirse del T-MEC”.

Cruz Lera coincideen que “hay mucha labor de diplomacia que hacer” para evitarlo. “Trump dijo que es el mejor tratado que Estados Unidos ha firmado y podemos aprovechar eso para que no se deseche.”

Hacia una diplomacia transaccional

Campero ve a Trump más bien como “hombre de transacciones”, y considera probable que se repita el escenario de hace cinco años atrás, cuando amenazó con aranceles para obtener algo a cambio.

Allí habrá una palanca para Sheinbaum, si actúa con flexibilidad y pragmatismo. Campero considera que el Estado de derecho se ha debilitado en México a raíz de la reforma judicial, y que la incertidumbre pesará sobre las inversiones.

“El T-MEC podría ser el único paraguas de certidumbre que tendrá Sheinbaum y, por lo tanto, la única vía de México para generar crecimiento.”

El tercer tema espinoso es la seguridad. “Durante el sexenio de López Obrador, la cooperación en materia de seguridad se deterioró”, constató Abed. La famosa estrategia de “Abrazos no balazos” para los cárteles, implementada por López Obrador, fortaleció a las organizaciones criminales e irritó a Washington.

“Trump ha dejado claro que está dispuesto a tomar medidas unilaterales para proteger sus intereses si México no se alinea a los objetivos de Washington“, dice Abed, no sin expresar su esperanza de que “ambos gobiernos logren establecer metas y estrategia en común”.

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