Vendedores desalojados de la Roosevelt se reinventan: “Nuestra Navidad será muy triste”

Cerca de 2,000 familias están tratando de reinventar sus vidas tras los operativos de "limpieza" del emblemático corredor de Queens

Cleo Juárez es una vendedora de chalupas que hoy trata de reconstruir su vida con otros trabajos

Cleo Juárez es una vendedora de chalupas que hoy trata de reconstruir su vida con otros trabajos Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

La poblana, Cleo Juárez es una de las 2,000 cabezas de familia que quedaron sin ingresos económicos, tras la iniciativa ‘Restaurar la Roosevelt’, un operativo que inició la Ciudad de Nueva York con la intención de poner orden al caos de la emblemática avenida de Queens.

Cleo, desde 2020, vendía chalupas en un carro en Corona, un popular antojito mexicano. Su receta ha sido centro de elogios por parte de la sección gastronómica del The New York Times y otras publicaciones prestigiosas. 

Mi Navidad va a ser muy triste. Ya lo viví en Acción de Gracias en donde mis hijos y yo no tuvimos una cena digna. Este año, tocó escoger entre pagar la renta o comprar regalos”, contó.

La migrante reconoce que cada ciudad tiene sus reglas, pero le parece injusto que miles de personas que potencialmente solo quieren crear de forma ordenada y responsable su propio negocio, se les nieguen oportunidades.  

Lastimosamente, a pesar de las ganas de emprender y desarrollar un negocio de platillos de su país, a esta migrante mexicana hasta ahora se le han cerrado las puertas, para obtener una licencia para vender formalmente, sin el miedo de que su mercancía sea decomisada o tenga que pagar multas.

“Ya llevo tres meses sin poder tener mi puesto. Obviamente ninguno de nosotros en este trabajo gana millones. Solo es para el día a día. No me he quedado de brazos cruzados. Eventualmente he trabajado en eventos, pero no es suficiente para sobrevivir. Es todo muy duro”, compartió.

Hasta las vísperas de la Nochebuena trabajadores ambulantes desalojados realizaron protestas, movilizaciones y exhortaciones al gobierno municipal para intentar lograr permisos temporales para “salvar” esta temporada que suele ser de altas ventas. Todo fue inútil.

El artesano mexicano Marcelino Guzmán asegura que mientras tenga salud puede salir adelante. (Foto: Fernando Martínez)

Ganadores y perdedores

En efecto, las aceras de la ‘Rooselvelt’ lucen en estas fechas decembrinas mucho más despejadas. En general, esta medida de “limpieza” es considerada como necesaria por los residentes de Jackson Heights y Corona, agobiados por la anarquía de cientos de puestos ambulantes, trabajadoras sexuales y la explosión de la criminalidad.

Pero detrás de medidas de esta naturaleza, siempre hay ganadores y perdedores. Y el artesano Marcelino Guzmán está en el segundo grupo.

“A mí y a centenares de mis compañeros, nos cortaron la forma cómo sobrevivimos. Se nos presentan estas fiestas navideñas sintiéndonos muy mal”, comentó el poblano quien trabaja la artesanía del hilo tejiendo rosarios, pulseras y collares.

Marcelino igual busca otros horizontes laborales, pero reconoce que no es fácil conseguir trabajo en este momento en Nueva York.

“Mientras tengamos salud, todo es posible”, remató.

“Conseguí otro trabajo”

Raimundo García, otro migrante ecuatoriano que fue desalojado de su puesto de ventas de camisetas deportivas, lamenta que por la conducta de una oleada nueva de vendedores, la Ciudad se los llevó a todos por el medio.

“Cuando empezó la acción del Departamento de Sanidad, de una forma más fuerte, preferí en principio tirar la toalla. Y pensé que de repente estaba surgiendo el momento de un mejor trabajo para mí. Como vendedor hay días que te vas a la casa con 50 pesos en el bolsillo. Y otros días 300. Es muy variable. Pero siempre cae algo”, destacó.

Raimundo, de 55 años, dice que volvió al primer trabajo que hizo en Nueva York, cuando llegó de su natal Cuenca, cuando apenas tenía 18 años: lavar platos.

Siempre hay algo que hacer, especialmente para nosotros que estamos acostumbrados a que nada no los regalen. Hay que aceptar que la ciudad tiene normas y con la llegada de los nuevos migrantes todo se complicó. En esta avenida, por décadas, siempre hay ventas ambulantes. Pero no había ese auge de criminales”, subrayó el migrante, quien dice que seguirá luchando por recobrar su negocio de alguna manera.

Este comerciante ecuatoriano asegura que su gremio de emprendedores “nunca olvidará” que mientras la Ciudad asistía con millones y millones de dólares a inmigrantes recién llegados, toda una comunidad que dejó el “pellejo” en la pandemia fue “caída a patadas”.

En resumen, en este momento la emblemática avenida Roosevelt es un laberinto difícil de transitar: Los comerciantes formalmente establecidos le atribuyen a los vendedores informales la proliferación de más basura, estos a su vez se dividen entre comerciantes de “larga data” y “recién llegados”. El primer grupo culpa a los segundos del caos de los desechos sólidos. Estos últimos a la vez, aseguran que también tienen derecho a ocupar las calles, porque son inmigrantes que necesitan sobrevivir.

Claves del plan restaurar la Roosevelt

  • La Operación ‘Restaurar Roosevelt’ tiene como objetivo restaurar la seguridad y el orden en la zona y, al mismo tiempo, brindar recursos a las personas afectadas por los problemas que afectan a ese eje vial.
  • Este enfoque colaborativo utiliza las capacidades de aplicación de la ley de varias agencias de la ciudad.
  • El Departamento de Policía de Nueva York se ocupará de los delitos y las infracciones contra la calidad de vida, incluidos los vendedores sin licencia, la falsificación de marcas, la prostitución, la aplicación de la ley sobre vehículos y ciclomotores fantasma y el ruido excesivo.

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