Madre acusada de ahogar a su hija en bañera de Brooklyn envió mensajes extraños antes de su muerte
Karla Espinal escribió desde Brooklyn a la tía de la niña en Florida diciéndole que rezaran por ella porque "el diablo la quiere porque no estaba bautizada"

Espinal debe volver a los tribunales el 15 de mayo, cuando el juez reciba los resultados de los exámenes de salud mental. Crédito: Bebeto Matthews | AP
El día de la muerte de Madeline Tavarez, de seis años, su madre, residente de Brooklyn, en medio de un supuesto bautismo a la menor, le envió a la tía de la niña mensajes extraños.
“Recen por la paz y por Madeline, porque el diablo la quiere porque no está bautizada”, decía un mensaje a la tía. “Vayan a la iglesia y recen por la protección de Madeline hasta que la bautice en mi iglesia”.
La tía de la infante estaba preparando a sus hijos para el día en su casa en Florida, pero le respondió inmediatamente.
“Le dije: ‘Mira, si quieres bautizar a la bebé, déjame ir a Nueva York’”, declaró la tía, quien pidió el anonimato. “Sentémonos con mi hermano para que podamos hacer los arreglos en la iglesia”.
“No tiene derecho a bautizar a nadie”, agregó la tía. “Nadie en su sano juicio pensaba que iba a matar a la bebé”.
Pero en pocas horas, Madeline yacía muerta en la bañera de su casa en East New York, cerca de la 1:30 de la tarde del 7 de febrero.
“Es un giro inesperado”, expresó la tía. “Esto parece una película de terror. Todavía estoy en shock”.
La acusada identificada como Karla Espinal fue detenida para ser interrogada cuando los funcionarios se apersonaron a la casa de la calle Elton, cerca de la avenida Ridgewood. “Estaba bautizando a mi hija”, declaró a los oficiales, dice la denuncia penal en su contra.
El día siguiente fue acusada de agresión, poner en peligro a un menor y conducta temeraria, acusada de mantener la cabeza de su hija bajo el agua.
Una fuente policial señaló que la pequeña tenía coágulos en los ojos, lo que apuntaba a un evidente forcejeo y probable estrangulamiento, aunque en principio los resultados de la autopsia no fueron concluyentes.
La fiscalía asegura que la madre podría enfrentar cargos más graves una vez que la oficina del médico forense concluya las pruebas adicionales y determine la causa específica y la causa de la muerte de la menor.
“Este es un caso angustioso e indescriptible, que seguimos investigando para garantizar que la acusada rinda cuentas plenamente”, declaró el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, en un comunicado.
“Esta niña inocente tenía toda la vida por delante cuando la persona de quien dependía supuestamente la ahogó”.
Por medio de entrevistas y la verificación de documentos judiciales, el medio Daily News hizo una cronología de los hechos, que han dejado a la familia desconsolada y confunda.
La tía de Madeline llamó a su hermano, padre de la niña, esa mañana y todo parecía normal. Le dijo que tenía una reunión de trabajo por Zoom y que posteriormente iría a la barbería antes de su turno como gerente en un supermercado.
Pero el hombre no llegó al trabajo. Mientras le hacían el corte de pelo, recibió una llamada de pánico de su madre, que estaba en República Dominicana, quien había recibido una videollamada de WhatsApp de la madre de la víctima.
“Karla llamó a mi mamá mientras la bebé estaba en brazos”, expresó la tía. “Mi mamá dice que la bebé ya parecía muerta”.
El padre de la niña corrió a la casa y halló la desconcertante escena. Trató desesperadamente reanimar a su hija mientras su padre, que vive cerca, llegó corriendo al enterarse del fatídico hecho, sujetaba a la madre. La tía dijo que su hermano, en medio del caos, hizo una videollamada.
“Estaba intentando reanimarla cuando llegó”, señaló la tía. “Veo a Karla detrás de [mi hermano]. Mi papá la está sosteniendo porque intenta quitarle la bebé a mi hermano”.
Los paramédicos llegaron inmediatamente y trasladaron a la menor al Hospital Universitario de Brookdale, donde fue declarada muerta poco más de una hora después.
“El acusado sumergió [a Madeline] en una bañera, lo que provocó la muerte de la niña”, declaró el fiscal adjunto Ari Rottenberg durante la comparecencia de Espinal el pasado 9 de febrero en el Tribunal Penal de Brooklyn. “El acusado estaba bautizando a su hija”.
Se ordenó que la mujer fuese puesta bajo supervisión psicológica y bajo vigilancia por riesgo de suicidio mientras está tras rejas en Rikers Island.
El padre de la niña muerta ha estado desconsolado y destrozado desde entonces.
“Dijo: ‘Ella mató a mi bebé’”, comentó la tía sobre su hermano, quien tiene dos hijos sobrevivientes y un hijastro. “Ni siquiera podía hablar”.
“Madeline siempre estaba con mi hermano, excepto cuando trabajaba. Todavía lo está pasando mal”, añadió. “Para él, lo importante es trabajar y cuidar a sus hijos. Cualquier tiempo libre que tuviera, lo dedicaba a sus hijos”.
Madeline estaba cerca de cumplir sus 7 años.
“Literalmente la enterramos dos días antes de su cumpleaños”, manifestó la tía. “Fue un padre increíble para ella. Mi hermano la llevaba a la escuela todos los días, así que sus mañanas [ahora] son difíciles. Sus noches son difíciles porque ahora ella no viene a la cama a decirle: ‘Papá, te quiero’”.
“Tiene tantas preguntas y tantas emociones”, agregó. “Lo único que quiero hacer es preguntarle a Karla, ¿por qué?”.
Cuando la acusada y el padre de la víctima se conocieron por primera vez, vivían con la tía.
“Karla era muy callada, tímida”, apunto la tía. “Cuando vivía conmigo, pasaba mucho tiempo en [su] habitación. Realmente no hablaba mucho”.
La familia del padre de Espinal es católica, pero esto nunca había parecido un problema. La tía no describió a la madre como fanática religiosa y desconocía cualquier historial de salud mental.
“No puedo decir que fue una mala madre”, señaló la tía desconcertada. “Era buena con mi sobrina. [Madeline] era una niña muy feliz”.
La hermana del padre de Madeline, quien ayudó a traerla al mundo, declara que su sobrina siempre estaba limpia y bien alimentada, y que Espinal siempre le ayudaba con las tareas.
“Era una niña muy, muy inteligente y dulce”, dijo la tía de Madeline sobre la víctima. “Amaba a su padre. Era todo para ella”.
“Él la llama su pequeña oveja porque así es como ella lo llama a él, su oveja”, añadió. “Le gustan las ovejas”.
Espinal se declaró no culpable de la acusación de agresión el 12 de marzo, sosteniendo una Biblia de las Buenas Nuevas a sus espaldas con las manos esposadas.
Por su parte, la abogada defensora de la madre, Jennifer Kovacs, de Legal Aid, pidió una prueba de aptitud mental basada en sus interacciones con la acusada para determinar que sí entendió los procedimientos judiciales. Así, el juez de la Corte Suprema de Brooklyn, Donald Leo, accedió a la solicitud.
Espinal debe volver a los tribunales el 15 de mayo, cuando el juez reciba los resultados de los exámenes de salud mental.
En este sentido, la familia de Madeleine espera que la mujer finalmente enfrente cargos adicionales más graves.
“Es necesario que se haga justicia en nombre de mi sobrina”, dijo la tía. “Es una niña inocente, de 6 años, que no puede defenderse”.
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