Cuál es el origen de los signos del zodiaco
Los primeros indicios del horóscopo salieron a la luz en el segundo milenio a.C. en medio de la observación de las constelaciones

Esta es la historia de los signos del zodiaco. Crédito: shutterstock
El zodiaco que hoy conocemos tiene raíces milenarias. Su historia se remonta a antiguas culturas que estudiaban los cielos y buscaban vínculos entre los movimientos celestes y la vida humana. Con el paso del tiempo, estos símbolos se transformaron en un sistema simbólico que aun hoy despierta interés y debate.
Expertos e historiadores coinciden en que los primeros indicios del horóscopo provienen de Mesopotamia, alrededor del segundo milenio a. C. Ya en aquella civilización, se observaban astros y constelaciones para interpretar presagios. Esa tradición astro-observacional fue heredada y modificada por culturas posteriores.
En el contexto helenístico, la astrología recibió una nueva dimensión. Los griegos adaptaron conceptos astronómicos y mitológicos que fusionaron con ideas provenientes de Egipto y Medio Oriente. Rompieron con el enfoque exclusivo de reyes y elevaron la práctica hacia la esfera individual.

El zodiaco oriental también posee sus propias variaciones. En la astrología china, por ejemplo, los signos no se basan en constelaciones del cielo estacional, sino en ciclos anuales representados por animales. Cada año se asocia con un signo, distinto al enfoque mensual del zodiaco occidental.
Del zodiaco primigenio al sistema moderno
El zodiaco occidental tradicional divide la eclíptica en doce secciones iguales de 30 grados. Este esquema surgió cuando los astrólogos mesopotámicos —hacia el siglo VI a. C.— añadieron cuatro signos más a un sistema ya existente para alinearlo con equinoccios y solsticios.
Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) marcan los puntos importantes del año en relación con las estaciones. Esa estructuración facilitó una interpretación simbólica del paso del tiempo y del ciclo natural del mundo.
Al mismo tiempo, el sistema astronómico fue perfeccionado por los egipcios en el segundo milenio a. C., quienes mejoraron los cálculos para observar los movimientos estelares. Los griegos, a su vez, introdujeron una dimensión más personal y filosófica en los estudios zodiacales.

Manilio, poeta y astrólogo latino del siglo I d. C., es uno de los pilares en la difusión del zodiaco tal como se concibe en la actualidad. En su obra Astronomica, describió los signos, sus efectos y conexiones mitológicas, aportando un marco literario al sistema astrológico.
Con el paso de los siglos, la astrología fue retomada, reinterpretada y adaptada en Occidente. En épocas modernas, persistió como un sistema simbólico que combina mito, cultura y observación celeste, aún en medio del escepticismo científico.