A 10 años del debut de Leo Messi
'La Pulga' se estrenó ante el Porto de Mourinho, a los 16; tuvo dos chances de gol
BUENOS AIRES/LA NACION Con 16 años y 145 días, el 16 de noviembre de 2003, Leo Messi debutaba en Barcelona. Lo hizo estrenar el holandés Frank Rijkaard, contra Porto, en un amistoso
¿Quién estaba sentado en el banco de suplentes del equipo luso? José Mourinho, con quien los catalanes luego disputarían tantísimos duelos de Liga.
‘La Pulga’ había llegado al club unos tres años antes, después de que los encargados de la cantera ‘culé’ se ofrecieran a costear un tratamiento por una deficiencia hormonal que llevó a su familia a tomar la decisión de marcharse de la Argentina.
Con su diminuta contextura y el dorsal número 14 el mismo con el que brilló el holandés Johan Cruyff, otra gloria barcelonista Messi saltó al campo a los 30 minutos del segundo tiempo, en reemplazo de Fernando Navarro.
“Fue un día muy feliz. Había luchado mucho para que llegara ese momento y fue especial”, de claró Messi a Barça TV. “Se cumplió un sueño que tenía de pequeño”.
“Creo que sigo siendo la misma persona. Sigo viendo las cosas del mismo modo, pero han pasado muchas años y he continuado creciendo, aprendiendo y valorando todo”, agregó Leo, que se está recuperando de una lesión.
Menos de un año después de su debut ante Porto, Rijkaard lo hizo jugar en la Liga de España, con 17 años y 114 días, en un clásico catalán frente al Espanyol, el 14 de octubre de 2004. En ese momento, se convertía en el futbolista más joven del club en debutar en la Liga, aunque tres temporadas más tarde quebraría su récord el serbio Bojan Krkic.
Recién el 1 de mayo de 2005, el crack rosarino festejaría su primer tanto con la camiseta ‘blaugrana’ ante Albacete en el Camp Nou, asistido por su amigo brasileño Ronaldinho y con una definición de su sello, por encima del arquero.
Bajo la tutela del entrenador holandés, Messi se consolidó en Primera División y festejó sus primeros títulos con Barcelona: dos Ligas en 2005 y 2006 y una Liga de Campeones en 2006.
Su mejor versión llegó de la mano de Pep Guardiola, el director técnico que más lo cobijó y mejor lo aprovechó dentro del campo de juego.
Como respuesta, Messi le pagó con su liderazgo futbolístico para una cosecha de logros impresionante. Entre 2008 y 2012, festejó tres nuevas Ligas de España; dos Ligas de Campeones de Europa; una Copa del Rey; dos Mundiales de Clubes; tres Supercopa de España y dos Supercopa de Europa.
También fue excelente su reindimiento durante el ciclo del sucesor de Guardiola, Francesc ‘Tito’ Vilanova, con el que se coronó campeón de Liga con un récord de puntos (100) y goles convertidos (115). El argentino aportó 46 tantos en aquella campaña, que coincidió en su primera etapa con su año más productivo en la red, el 2012, en el que festejó 91 tantos, una marca inédita en la historia del fútbol mundial.
En menos de 10 años, además de los títulos, el actual capitán del seleccionado argentino consiguió 327 goles con Barcelona y se convirtió en el máximo goleador de la historia del club en partidos oficiales.
La soberbia de sus números lo transformó en el ganador de los últimos cuatro Balones de Oro FIFA, en detrimento de su máximo rival futbolístico, el talentoso portugués Cristiano Ronaldo.