El mejor equipo del mundo es cosa del pasado
Derrota en Copa del Rey supone el adiós de la magia blaugrana
Lo del Barcelona ya no es preocupante, es triste
La derrota blaugrana, por 2-1 en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, confirma el fin de una era llena de virtuosismo, calidad y triunfos importantes.
Fue precisamente la falta de creatividad y argumentos ofensivos más sólidos lo que llevó al Barcelona a escribir en el Mastella de Valencia otra amarga página en su libro de la actual temporada.
El Real Madrid se fue arriba en el marcador muy temprano en el partido con anotación de Isco al minuto 11.
Después del gol, el cuadro merengo optó por defender la ventaja y cederle el control del balón a un Barcelona que nunca encontró la llave para abrir el candado que le impuso el técnico del de los merengues, el italiano Carlo Ancelotti.
Una vez más, Lio Messi estuvo ausente, perdido, desconocido.
El astro argentino del Barcelona no generó las jugadas que permitiera a su equipo nivelar las fuerzas en contra de un rival que emocional y físicamente está mucho más entero.
El cuadro que dirige el argentino Gerardo “Tata’ Martino careció de profundidad en el ataque, situación que ya se ha vuelto una constante en un club que antaño tenia la pólvora suficiente para derrumbar cualquier esquema defensivo que se le pusiera en frente.
El Barcelona logró empatar el juego al minuto 68 con un cabezazo del defensa central Marc Bartra.
Esa fue la primera anotación del equipo catalán en 254 minutos tomando en cuenta el 1-0 que sufrió ante el Atlético de Madrid en duelo de Champions y la dolorosa caída, por el mismo marcador, ante el Granada en la Liga.
Barcelona mostró en la final de la Copa del Rey que ya no tiene velocidad y dinámica para cruzar el medio campo y tomar por sorpresa a sus enemigos.
Messi, Xavi, Iniesta o Neymar no hicieron pesar sus nombres sobre un Real Madrid que se corona una vez más en el Copa del Rey con el gol de Gareth Bale al minuto 84, anotación que marca el fin de una era.