Entre Biden y Hillary
Política
En la serie de televisión House of cards que trata sobre el drama político que se vive en Washington, el vicepresidente Matthew, una figura casi decorativa en el Gobierno, reclama al presidente Garret Walker más protagonismo, recibiendo una respuesta muy firme del Presidente: “Tú sabías muy bien para lo que firmabas”.
En la vida real, se dice que nuestro vicepresidente Joe Biden ha jugado un rol mucho más importante. Sobretodo ha servido de puente entre la presidencia y el Congreso.
El juego de probabilidades actual señala que esta vez Hillary Clinton es “la inevitable”. Algunas encuestas dicen que está 50 puntos arriba de los otros posibles candidatos para ganar la primaria demócrata.
Aristóteles decía que “la política es el arte de lo posible”. Es por esto que el vicepresidente Biden, a pesar de que estos números que parecen tan concluyentes, no descarta la posibilidad de competir por el espacio para las elecciones presidenciales del 2016 por el Partido Demócrata. El mes pasado Biden dio indicios de ese interés al hacerse presente en un evento de recaudación de fondos del Senador por Iowa, Tom Harkin. Iowa es un estado considerado fundamental porque es la primera parada en las primarias presidenciales, y este evento es considerado un primer paso para que los posibles candidatos inicien la carrera hacia la nominación por el Partido Demócrata.
Joe Biden tiene algunas dificultades, la primera es su edad, para cuando la lucha por las primarias presidenciales arranque, tendrá 72 años. Una edad que no es considerada la mejor para iniciar un período que en términos políticos debe durar ocho años. Además, una de las principales particularidades de Biden es que, como se dice en el argot popular, “dice las cosas como son”, no se anda con medias tintas, no trata de maquillar su pensamiento con frases adecuadas. Claro, la sinceridad y espontaneidad en materia política son una debilidad.
Pero la política además de ser un arte, para muchos como yo es una fuente de entretenimiento, como ver una buena película o mirar un emocionante evento deportivo. Esto por supuesto, dejando de lado la seriedad que merece el manejo político.
Y llego a este punto porque me puse a pensar qué emocionante sería una campaña política que enfrente a Joe Biden y su versión republicana Chris Christie, actual gobernador de New Jersey, otro de los pocos políticos a quien no le tiembla la quijada a la hora de decir lo que piensa.
Biden tiene a favor el hecho de que históricamente ningún vicepresidente ha perdido la nominación de su partido desde 1952. Además, me parece que si la actual Administración logra la mejoría de la economía en los próximos dos años, Biden podría explotar el hecho de que él ha estado involucrado activamente en las decisiones del actual régimen en esa materia. Y no olvidemos que Hillary Clinton tiene una espada de Damocles sobre su cabeza, el desastre del ataque a Benghazi. Cualquier cosa podría pasar.
Y dejo botando una pelotita con una pregunta interesante. ¿A quién apoyará el presidente Obama en un eventual choque entre Biden e Hillary?
