‘Millones’ se mueven detrás de la reforma migratoria
Cientos de empresas y grupos pagan para influir en Washington a favor o en contra de la iniciativa
WASHINGTON, D.C— El camino hacia la reforma migratoria en Estados Unidos pasa por la Calle K, poblada de decenas de empresas de cabildeo en Washington, D. C., muchas de ellas contratadas por empresas y agrupaciones partidarias, pero también por aquellas que se oponen a esta iniciativa.
Esas empresas y grupos han invertido millones de dólares en 2013 para presionar a favor o en contra de la reforma migratoria ante el Congreso y, según expertos consultados por La Opinión, la actividad febril de los cabilderos demuestra la urgencia del asunto en Estados Unidos.
Este año, 622 empresas y grupos han contratado a cabilderos para presionar a favor o en contra de la reforma, en comparación con 359 en 2012 y 317 en 2011, según el Center for Responsive Politics (CRP), que a través de la página web (opensecrets.org) vigila la influencia del dinero en la política de EEUU.
Aunque es difícil rastrear las cifras y a las empresas y organizaciones no siempre desglosan por tema el destino de sus gastos, los expertos han visto un mayor interés en el debate migratorio, aún sin visos de solución.
Entre las que apoyan la reforma están Microsoft, Intel, Oracle, McDonald’s, Google, la Cámara de Comercio de EEUU, Facebook, la Asociación Nacional de Manufactureros y FWD.us.
Microsoft, por ejemplo, ha gastado este año $7.7 millones en cabildeo, y presentó 44 informes financieros vinculados con inmigración, según CRP.
“Vemos que los grupos en ambos lados del debate no escatiman esfuerzos para tratar de influir en el resultado final. Es un patrón que hemos visto antes con otros grandes temas importantes, como el uso del etanol, o la reforma de salud de 2010”, dijo Dan Auble, principal investigador de CRP.
Mike Aitken, un experimentado cabildero y vicepresidente para asuntos gubernamentales de la Sociedad para la Gestión del Recurso Humano, explicó que su labor refleja el consenso de que “el sistema migratorio está roto y la gente quiere una solución eficaz tanto para los empleadores como para los empleados”.
“Visitamos a líderes del Congreso y les explicamos la complejidad de los asuntos, participamos en reuniones y educamos a nuestros clientes sobre cómo influir en el proceso”, resumió Aitken, cuyo grupo llevó el jueves pasado al Congreso a 400 cabilderos para tratar asuntos como las reformas migratoria y tributaria.
“Hay un enorme interés en la reforma en todo el espectro político, y creo que eso va a facilitar que se logre en un año electoral, porque algunos congresistas se retiran” y no tienen la presión de opositores, señaló Aitken, miembro de la Liga de Cabilderos Estadounidenses.
Tamar Jacoby, directora ejecutiva de ImmigrationWorks USA, un grupo empresarial que apoya la reforma, dijo que “estamos más cerca que nunca, pero no la vamos a lograr si quitamos el pie del acelerador”.
“El dinero es clave en esto del cabildeo, pero la meta es obtener resultados. Es como un árbol que crece lentamente, y esta fruta (la reforma) está madurando”, enfatizó.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, dijo que “los cabilderos son aliados críticos de las organizaciones de base para impulsar legislaciones en el Congreso; esa combinación brilló durante el debate de la reforma en el Senado y está produciendo avances en la Cámara de Representantes“.
En junio, el Senado aprobó la la legalización y eventual ciudadanía de los indocumentados, pero la Cámara Baja solo ha aprobado a nivel de comités medidas de carácter policial contra los extranjeros clandestinos.
Los cabilderos también representan a la Corporación de Correcciones de EEUU, que invierte en la construcción de cárceles y centros de detención de indocumentados y a grupos conservadores como NumbersUSA y la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense, que se oponen a la inmigración ilegal.