Preocupada por Herbalife

Puedo dar testimonio de la voluntad de nuestra comunidad para buscar formas alternativas confiables para complementar los ingresos de sus hogare

SOCIEDAD

Crecí en la pobreza, el trabajo duro no me es extraño, ya que empecé a trabajar a la tierna edad de 11 años. Mi madre, sus hermanas y mis tías fueron mis modelos a seguir. Me alentaron y me inculcaron el valor de la perseverancia, el compromiso y las ganas.

Cuando veo a los reclamos atroces que hacen empresas como Herbalife de “ganar riquezas y llegar a la cima de sus sueños financieros”, me enfurezco, al igual que otros que vemos esto como una maniobra descarada para aprovecharse de muchos latinos y comunidades minoritarias.

Soy la primera en aplaudir y patrocinar las empresas que legítimamente ayudan a esas mismas comunidades a crear sus propios negocios y sustentos para que pueden criar mejor a sus familias y brindar a sus hijos más oportunidades. La triste verdad es que Herbalife no es una de esas empresas. Lo sé por experiencia personal.

Con mucho entusiasmo, mi tía compró los ingeniosos materiales de Herbalife que prometían una emocionante “oportunidad de negocio” y realmente pensó que era una forma genuina de ganar un poco de dinero extra por el lado para ayudarse en sus años de vejez. Durante los años previos a su muerte, vi a mi orgullosa tía Concepción, cómo promovía con entusiasmo los productos e invertía su tiempo y energía en los muchos suplementos de nutrición y pérdida de peso de Herbalife como distribuidora de la compañía empresa. Tiempo después, su entusiasmo comenzó a disiparse mientras muchas cajas y botellas de inventario de Herbalife llenaban su casa. Tía Concepción expresó su profunda desilusión. Ella lo dio todo, pero no fue suficiente. Lo peor fue verla perder la fe en sí misma.

Como presidenta y CEO de MANA, una organización latina, puedo dar testimonio de la voluntad de nuestra comunidad para buscar formas alternativas confiables para complementar los ingresos de sus hogares.

Como la pasada directora ejecutiva nacional de Empleadas Federales, Inc., un grupo de trabajo sin fines de lucro para mejorar la situación de las mujeres empleadas por el Gobierno federal, entiendo cómo las latinas siguen a la zaga en el empleo y soy muy consciente de la brecha salarial que las castiga y que muchas enfrentan a diario.

De acuerdo con la Asociación Nacional de la Mujer y la Familia, un buen salario puede hacer una gran diferencia cuando se trata de satisfacer las necesidades de sus familias y proveer para el futuro.

Por desgracia, la historia de mi tía no es una excepción. Como tal, las muchas acusaciones recientes y generalizadas contra Herbalife y su larga historia de prácticas cuestionables y secretas de negocios son una gran preocupación y deben ser revisadas ??por las autoridades competentes. Es especialmente desconcertante después de leer en una reciente historia de The New York Times sobre los productos contaminados de Herbalife y los procesos de fabricación defectuosos, que el segmento más grande de distribuidores de la compañía son latinos, quienes representan el 60%, según reportó el diario Los Ángeles Times (aunque algunos representantes de Herbalife dicen llegar al 83% de representación latina). Es aún más alarmante si se tiene en cuenta que el 60% de los distribuidores de Herbalife lo dejan después del primer año.

Y en un discordante y en mi opinión, cuestionable acontecimiento, Herbalife ha contratado al reconocido y estimado ex alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, aparentemente como una forma de combatir la dañada reputación que Herbalife se está ganando entre los latinos de todo el país. A mi juicio, entiendo que el alcalde no tiene pleno conocimiento y/o no comprende completamente el daño que Herbalife y sus promesas vacías han causado y continúa causando a los latinos incautos que buscan iniciar un negocio próspero y terminan ganando menos del salario mínimo y con deudas. El ex alcalde Villaraigosa debería reconsiderar seriamente este nuevo esfuerzo y por lo menos hacer que Herbalife reconozca su responsabilidad sobre sus prácticas.

En una carta a la Comisión Federal de Comercio (FTC) a nombre de MANA, compartimos los sentimientos expresados por nuestros colegas en la Liga Nacional de Consumidores , la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), la Federación Hispana (HF, por sus siglas en inglés) y un puñado de miembros hispanos del Congreso, en sus cartas a la FTC instando a un examen exhaustivo de Herbalife. Si Herbalife es realmente libre de estas acusaciones y no tiene nada que ocultar, debería dar la bienvenida a la oportunidad de que los hechos hablen por sí mismos y aclarar las dudas y percepciones erróneas acerca de la compañía.

Tener esperanza para nuestro futuro nos ayuda a hacer la lucha diaria más tolerable, pero generar falsas esperanzas, como Herbalife ha hecho, es engañoso y hasta criminal.

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