Juez ordena mantener niña con muerte cerebral en ventilador
La niña, declarada con muerte cerebral por el hospital, deberá permanecer conectada a un respirador artificial
Un juez del condado de Alameda ordenó al Hospital de Niños de Oakland el viernes mantener a Jahi McMath an un respirador hasta que un neurólogo independiente puede examinarla y determinar si tiene alguna posibilidad de recuperación.
La niña de 13 años de edad, que fue sometida a una cirugía para removerle las amígdalas el 9 de diciembre, sufrió un paro cardíaco tras experimentar complicaciones postoperatorias. Tres días mas tarde, los médicos dijeron que la niña había sufrido muerte cerebral y recomendaron removerla del respirador artificial.
Cuando el hospital dijo que la iba a desconectar del soporte de vida artificial, la familia decidió pedir una orden judicial para impedirlo.
Hoy acudieron a la corte para pedirle a un juez que le ordene al hospital mantener a la niña en un ventilador, conectarla con una sonda de alimentación, permitir que un médico independiente la examine y que se entregue el historial clínico completo de la niña.
El Juez Evelio Grillo accedió a la petición, diciendo que quería darle a la familia de la adolescente la oportunidad de obtener una segunda opinión para tengan la tranquilidad de saber que habían hecho todo lo que podían por ella.
El juez le pidió a los abogados de la familia y el hospital regresar a la corte el lunes con el nombre de un médico neurólogo, seleccionado de común acuerdo, que estaría disponible para examinar a Jahi tan pronto como la próxima semana.
Según la familia de Jahi, 30 minutos después de despertar de la amigdalectomía, un procedimiento que se suponía debía ser de rutina para solucionar su problema de apnea (un trastorno respiratorio), la niña empezó a ahogarse con su propia sangre y tuvo un paro cardíaco en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infantil de Oakland.
Desde que fue declarada con muerte cerebral, la familia asegura que el hospital los estuvo presionando para desconectarla de los aparatos que la mantienen viva artificialmente.
Representantes del hospital dicen que no pueden comentar sobre el caso, debido a la confidencialidad que deben mantener sobre sus pacientes, pero le han pedido a la familia que les autorice hablar sobre la condición de la niña.