Juan Perro presenta su libro en la feria LéaLA
El cantante y compositor español lanza su libro hoy en LéaLA
A Santiago Auserón le gusta meterse en complicaciones. Sobre todo cuando se tratan de música.
Asume riesgos creativos, profundiza en los orígenes y entonces recrea sonidos que parecen deshilachar esas complejidades, para hacerlos sencillos de entender y sentir.
Así con esa formación de persistencia y de dudas, el cantante y compositor español, exlíder del grupo Radio Futura —entre 1980 y 1992—, realizó una investigación completa sobre la música africana y la influencia de ésta en España.
Ese análisis concluyó en un libro titulado El ritmo perdido, que tardó dos años en realizar y que hoy presentará en la Feria del Libro en Español de Los Ángeles, LéaLA.
Auserón, que luego de separarse de la emblemática banda, siguió su carrera en solitario, adoptó un nombre artístico con el que recorre el mundo, Juan Perro.
Bajo ese nombre de músico en solitario, ha obtenido importantes reconocimientos como el Premio Nacional de Música Actuales en 2011.
Es creador de temas como Semilla negra, Escuela de calor y La estatua del jardín botánico, entre otras.
¿Qué necesidad vio de escribir un libro sobre la influencia de la música africana en la música en general?
Mi generación sufrió el poderoso hechizo de las canciones afro-americanas, crecimos oyendo canciones cuya letra no entendíamos y eso se transformó en un enigma duradero. Con los años empecé a preguntarme si no teníamos el alma predispuesta, en cierto sentido, y en cuanto empecé a investigar me di cuenta de que hay en la Península Ibérica toda una tradición de influencias africanas, directas e indirectas, que han dejado un rastro más o menos reconocible.
¿Qué fue lo más sorprendente que encontró entre ‘lo perdido’?
Pues la certeza de que las músicas de mi país tienen un trasfondo multicultural e interétnico que nada tiene que ver con la arrogancia ignorante de la época Imperial.
Esa tradición pervive en el compás flamenco y seguramente se puede detectar su huella también en otros folclores, tanto españoles como Iberoamericanos.
¿En qué etapa de su vida profesional es que decide ponerse a realizar esta investigación para el libro?
Cuando empecé a rodar como Juan Perro. Sentí la necesidad de comprender mejor mis inclinaciones fronterizas, hacia el son cubano, hacia la frontera mexicana. En realidad me apasiona lo mismo buscar el rastro musical en las bibliotecas que escribir e interpretar canciones.
¿Qué tanto influyen todas esas investigaciones al momento de componer?
Influye positivamente en la medida en que al componer olvides por un momento la teoría y te dejes llevar por las emociones. Entonces las palabras y los espíritus del pasado ayudan a terminar la canción.
¿Resulta más fácil o por el contrario?
No hay nada bueno que sea fácil. Hay que trabajar duro y cocinar sin prisa.
¿En qué partes del libro enfocará su presentación en LéaLA?
Hablaré de la presencia de los ritmos negros en la Península desde el periodo de la invasión musulmana hasta la época colonial y trataré de sacar consecuencias de cara a la actualidad española y mexicana.
Por lo que le han dicho, ¿Qué le parece el resultado que ha tenido esta feria del libro en español?
Es una iniciativa maravillosa. La gente de México en los Estados Unidos tiene que sentirse orgullosa de su cultura de origen. Y los norteamericanos tienen que aprender a valorarla. Los mexicanos y los latinos en general, representan un capital humano, una inteligencia, digamos, viva y cordial que tiene mucho que aportar en el terreno cultural como en la vida diaria.
¿Por qué o de dónde viene el nombre Juan Perro?
Había un trovador medieval gallego que se llamó Juan Zorro y se me ocurrió que yo podría ser su primo. “Perro” es el calificativo que los amos castellanos aplicaban a sus esclavos negros. En las novelas de [Miguel de ] Cervantes hay perros que conversan como eruditos. A que es un linaje interesante ¿no?