Riel roto pudo causar choque de trenes en Connecticut
Las autoridades dijeron que el descarrilamiento y choque de trenes no fue causado por un acto criminal
BRIDGEPORT, Connecticut.— El descarrilamiento y el choque de trenes de pasajeros que dejó decenas de heridos en las afueras de la ciudad de Nueva York no fue consecuencia de un atentado, dijeron el sábado las autoridades, pero se estudia la rotura de una sección de la vía férrea a fin de determinar si ocasionó el accidente.
Earl Weener, perito de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, dijo el sábado que un riel roto ha captado el interés de los investigadores y se enviará una porción de la vía férrea al laboratorio para su análisis.
Weener señaló que no está claro si el accidente causó la fractura o si el riel estaba roto antes del choque. Indicó que no iba a hacer conjeturas sobre la causa del descarrilamiento ni hizo énfasis en sus etapas iniciales.
Setenta y dos personas fueron enviadas al hospital el viernes por la noche tras el choque de trenes del servicio de pasajeros Metro-North. Uno de los trenes, que iba con dirección este procedente de Nueva York, se descarriló y fue impactado por un tren de una vía vecina que iba en sentido contrario, procedente de New Haven, Connecticut. La mayoría de lesionados ha sido dada de alta.
Las autoridades describieron una devastadora escena de vagones destruidos y otros daños en el sitio del desastre y consideraron afortunado que nadie haya muerto y que no hubiera más heridos.
“Los daños son asombrosos”, dijo el senador Richard Blumenthal, que describió destrozos en el interior de vagones y toneladas de metal por todas partes. “Pienso que fuimos afortunados de que no hubiese más heridas a causa de este trágico accidente”.
El senador Chris Murphy se hizo eco de esos comentarios, al declarar que “francamente es increíble” que no haya habido muertos.
Ambos legisladores dijeron que es muy probable que los nuevos coches del servicio de trenes de Metro-North Railroad, con mejor construcción, hayan salvado vidas.
Las autoridades no podían decir cuándo se iba a restablecer el servicio en ese corredor. La colisión hizo además que Amtrak suspendiese el servicio entre Nueva York y Boston.
El gobernador Dannel P. Malloy dijo que las personas que usan el servicio para viajar a sus trabajos deberán hacer planes alternativos y les exhortó a consultar el portal del Departamento de Transporte del Estado para informarse.
“Este problema va a persistir durante varios días”, advirtió.
Investigadores de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB por sus siglas en inglés) llegaron el sábado y se espera que permanezcan entre siete y 10 días. Los investigadores van a examinar los frenos y el funcionamiento de los trenes, así como las condiciones de la vía y la señalización, entre otras cosas.
Weener confió en que las grabadoras de datos a bordo de los trenes provean información sobre la velocidad de éstos en el momento del choque y otros detalles.
“Nuestra misión es entender no solamente lo sucedido, sino por qué sucedió y determinar formas de prevenir que suceda de nuevo”, dijo.
A la pregunta de si había indicios de que no haya sido un accidente, Weener dijo: “Es demasiado pronto para descartar algo. Acabamos de llegar. Eso, por supuesto, es algo que examinaremos inmediatamente”.
Pero Blumenthal se refirió al choque como accidente y Malloy dijo el viernes que no había razón para pensar que fuese otra cosa.
Unas 700 personas estaban a bordo de los dos trenes de Metro-North. El que viajaba hacia el este desde Nueva York hacia New Haven, Connecticut, se descarriló en las proximidades de Bridgeport, dijeron funcionarios. Los pasajeros describieron una escena caótica de metales chirriando y cuerpos en el aire.
El tren fue golpeado por otro que viajaba en dirección opuesta en la vía adyacente , dijo Aaron Donovan portavoz de la Autoridad Metropolitana de Transporte. Algunos vagones del segundo tren se descarrilaron a causa de la colisión.
Dos de los heridos seguían en estado crítico en el Hospital Bridgeport.
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Los periodistas de la Associated Press Michael Melia en Hartford, Connecticut, y Susan Haigh en Fairfield, Connecciut, contribuyeron a esta historia.