Ford Mustang llegó al espacio
Una celebración diferente de los 50 años del Mustang.
El desarrollo del Ford Mustang original comenzó en 1961, casi al mismo tiempo que los astronautas daban los primeros pasos tentativos hacia el espacio, lo que en última instancia, los llevó a la luna.
El 2 de mayo de 2014, el gerente de ventas de Ford en San Francisco, Michael Sego, y el socio director de Big Valley Ford en Stockton, California, Steve Kubitz, así como algunos amigos, se convirtieron en los primeros en documentar a un Mustang saliendo de la atmósfera terrestre.
“Queríamos celebrar los 50 años del Mustang y la inminente llegada del totalmente nuevo Mustang 2015 haciendo algo realmente especial -dijo Sego-. Mustang siempre ha sido acerca de ponerse al volante y salir a la carretera abierta, pero esta vez decidimos llevarlo al cielo abierto”.
El lanzamiento de un Mustang en un cohete al espacio no era práctico para Sego y el equipo de Big Valley Ford, por lo que tomaron la inspiración del paracaidista austriaco Felix Baumgartner.
En octubre de 2012, Baumgartner utilizó un globo lleno de helio a medida para montar una cápsula hasta casi 128,000 pies sobre la tierra antes de lanzarse en picada de nuevo a la tierra.
Sego y Kubitz adquirieron un globo meteorológico de gran altitud y añadieron una barra a la caja de instrumentación lateral suspendida por debajo.
El equipo montó uno de los kits modelo Revell Mustang que se distribuyeron en los salones del automóvil a principios de este año en la barra, junto con un par de pequeñas cámaras de acción para grabar el evento.
Aproximadamente 74 minutos después de que el globo fue lanzado, alcanzó una altura máxima de 110,000 pies, o cerca de 21 millas.
En ese punto el automóvil y el cuadro de instrumentos -que contiene un transmisor de localización GPS- vinieron de regreso y aterrizaron en un campo del que fueron recuperados unas seis horas después del lanzamiento.
Durante su descenso a través de la estratósfera, el único Mustang que se ha aventurado en el espacio, pasó por un período de giros incontrolados -similar al que experimentó Baumgartner durante su salto- antes de alcanzar la altura precisa en la atmósfera para desplegar el paracaídas.
“Estamos muy contentos de haber sido capaces de llevar nuestro automóvil favorito a nuevas alturas con su lanzamiento al espacio”, añadió Sego.