Adolescentes hispanas siembran contra el suicidio
Por medio del programa La Vida es Preciosa, jóvenes latinas cultivan hortalizas en un proceso que busca una conexión entre la salud física y emocional.
Nueva York — Decidida a superar un profundo estado depresivo, que a su corta edad la orilló a perder la pasión por la vida, Lupe se unió a otras adolescentes latinas en una lucha por vencer la tendencia al suicidio.
La mexicoamericana de 15 años, residente de Brooklyn, participa en el programa La Vida es Preciosa, de la organización sin fines de lucro Comunilife, que desde 2009 ayuda a jóvenes latinas de entres 12 y 17 años a superar el deseo de suicidio.
Entre las iniciativas diseñadas específicamente para las jóvenes latinas, destaca un programa de siembra de hortalizas que busca hacer una conexión entre la salud física y emocional.
“Aprendemos que una alimentación balanceada pueden influir en nuestro estado de ánimo”, explicó Lupe. “Sembrar mis propias verduras y condimentos es una terapia que me llena de tranquilidad”.
El programa de horticultora se realiza en jardines comunitarios de Brooklyn, pero La Vida es Preciosa también ofrece otras terapias relacionadas con la música, teatro y arte.
“Mi familia notó un gran cambio en mi actitud, están felices de verme animada y con ganas de vivir”, enfatizó Lupe.
Beatriz Coronel, coordinadora de La Vida es Preciosa, indicó que el programa incluye una sesión de cocina saludable. Las chicas guisan los vegetales y condimentos que sembraron y cuidaron durante algunos meses.
Coronel apuntó que Comunilife, el único proveedor de La Vida es Preciosa en la ciudad de Nueva York, mantiene sus servicios de ayuda en El Bronx y Brooklyn. Actualmente 70 chicas participan en las terapias en ambos condados, el 50% son inmigrantes.
Coronel destacó que el proceso de culturización en las chicas inmigrantes es un factor común de depresión.
“Dejar su contexto para enfrentar los desafíos de un nuevo idioma y país es ralamente impactante”, destacó la experta.
Coronel enfatizó que el acoso escolar, el abuso sexual y una mala relación con la madre, entre otros hechos traumáticos, son factores que podrían provocar comportamiento suicida en la adolescencia.
Desde 2009, 150 latinas recibieron ayuda de La Vida es Preciosa para prevenir el suicidio. Ninguna terminó con su vida. Aunque la mayoría fueron referidas de clínicas y agencias, algunas llegaron acompañadas por sus familias.
De acuerdo con un estudio de 2011 del Centro de Control de Enfermedades (CDC), 13.5% de las adolescentes latinas intentó quitarse la vida una o más veces, a nivel nacional.
En la ciudad de Nueva York, el porcentaje promedio de jóvenes latinas que presentaron conducta suicida es de 11.3%. El porcentaje es mucho mayor en cuento a sus contrapartes no latinas, inclusive es más del doble de la tasa de jóvenes blancos en la Ciudad de Nueva York (11.3% vs 5.3%).
En 2010, una de cada nueve jóvenes latinas intentaron suicidarse en Nueva York y una de cada seis consideró seriamente terminar con su vida, convirtiéndose esta tendencia en la más alta en comparación a cualquier otro grupo étnico en la ciudad, según CDC.