Cuídate de las malas cirugías
Muchas latinas deben recurrir a las reconstrucciones por caer en manos equivocadas
Cuando María Ferreira viajó hace cuatro años a Santo Domingo, para pasar unas cuantas semanas de vacaciones, se le metió en la cabeza hacerse una cirugía estética en los senos, ya que allí le salía “mucho más barata” que en este país.
“Me entró la locura de ponerme unos implantes de silicona”, cuenta esta dominicana de 30 años de edad. “Y escogí un cirujano sin hacer una previa investigación, por estar sólo enfocada en verme con nuevos senos”.
Pero el deseo de María de lucir unos senos firmes, con un look muy al natural, le salió caro. Al regresar a Nueva York, donde radica, manifestó fiebre y una inflamación en una de las mamas.
“Resultó ser una infección que me tuvo en el hospital por dos semanas y con unos antibióticos fuertes que bajaban mis defensas”, cuenta la modelo de profesión. “¡Fue una experiencia horrible! Me vi muy mal. Pensé que me iba a morir”.
Controlada la infección, María fue operada de nuevo por un cirujano estético de la Gran Manzana.
“Ahora estoy bien, pero gasté como unos 15 mil dólares en total, sin necesidad. Y todo por no haber hecho desde el comienzo una investigación previa. En Santo Domingo hay cirujanos certificados muy buenos como en Estados Unidos, pero el que escogí no estaba certificado y luego me enteré que no desinfectaba el instrumental”.
El año pasado más de 11 millones de procedimientos cosméticos quirúrgicos y no quirúrgicos fueron realizados por cirujanos plásticos, dermatólogos y otorrinolaringólogos certificados por The American Society for Aesthetic Plastic Surgery (ASAPS) de Estados Unidos. Como el caso de María, muchos de estos procedimientos fueron reconstrucción por malas prácticas.
El Dr. Jeffrey Yager, cirujano plástico certificado y con práctica en Nueva York, asegura que a diario llegan a su consulta pacientes originarias de algún país de América Latina con problemas de malas cirugías.
“Lo que más veo son problemas con implantes de senos; infecciones raras de micro bacterias; uso de implantes no aprobados por la FDA (como los TIT) que necesitan cambiarse; heridas que no cierran; cicatrices e inyecciones de silicona, especialmente en los glúteos y de vez en cuando en la cara”, detalla el cirujano de Yager Esthetics.
Las infecciones con los implantes de senos se dan por ser insertados al cuerpo sin una buena técnica de esterilización.
“A veces en los países de climas más calientes (donde muchas se mandan a operar), no están cuidando los implantes y esas cosas (de infecciones) pueden ocurrir”, explica el Dr. Yager.
En cuanto a las heridas que no cierran o que resultan con problemas de cicatrización, el galeno dice que éstas se presentan por la cantidad de cirugías que se hacen en un mismo momento, ya que la paciente viaja a su país por un tiempo determinado para luego retornar a Estados Unidos.
“Es difícil recuperarse bien cuando se tienen heridas de una serie de cirugías estéticas que hacen a la vez en la cara, cuello, vientre y espalda. En estos casos, la paciente no podrá estar acostada ni boca arriba ni boca abajo sin dañar los resultados de los procedimientos estéticos a los que se sometió”, resalta el galeno.
Para evitar las malas prácticas —que en muchos casos ponen en peligro la vida y salud del paciente—, la Dra. Victoria Karlinsky señala que lo más importante al buscar un cirujano plástico es la verificación de sus credenciales profesionales.
“Resulta también útil hablar con algunos pacientes que el médico haya operado”, resalta la cirujana estética, con consulta en Nueva York.
Hoy la internet es otra herramienta buena para hacer una investigación previa del médico a seleccionar.
“Mediante la lectura de las opiniones de los pacientes, uno puede tener una comprensión bastante buena de qué podemos esperar (del cirujano estético) que queremos ver. También hay maneras de comprobar si un doctor tiene una licencia médica válida y si ésta tiene algunas limitaciones”, concluye la Dra. Karlinsky