Guillermo del Toro nos asusta con ‘The Strain’. ¿Listo para gritar?
Guillermo del Toro te enfrenta a un terror físico en la nueva serie 'The Strain'
Incansable. Esta es la palabra con la que se podría definir a Guillermo del Toro.
Una nueva serie de televisión —”The Strain“, que se estrena este domingo a las 10 p.m. por el canal FX y se basa en su trilogía de novelas co-escritas por Chuck Hogan—, un nuevo filme —la cinta de terror “Crimson Peak”, —que se estrenará en 2015—, y proyectos como “Pinocchio” y la secuela de “Pacific Rim“, se combinan en una agenda apretadísima.
¿Cuántos Guillermos del Toro hay por el mundo?, se le pregunta. “¡Uno solo!”, responde al instante.
“Y lo que mucha gente no se imagina es que soy solamente yo. Se creen que tengo una oficina con 20 empleados. Y somos yo y un asistente”.
¿Y cómo lo hace?
“Duermo poco, muy poco”, asegura.
La razón de la charla es, precisamente, el debut de “The Strain“, de la que dirigió el capítulo que se emite el domingo y supervisó su producción de 13 episodios. La historia se centra en la investigación del epidemiólogo Dr. Ephraim Goodweather (Corey Stoll), quien debe discernir qué pasó en un avión aterrizado en Nueva York, con 200 víctimas y cuatro supervivientes.
En el libro y en la serie hay enfermedades contagiosas, monstruos, muertos vivientes…
¿Cuál crees que es el miedo más primario del espectador de hoy?
“En la época moderna consideramos los terrores medievales, como los vampiros o los monstruos, terrores en los que no creemos. Entonces se necesitan reformular esos terrores. Por ejemplo, para los muchachos jóvenes se reformulan a través de novelas románticas. Pero para un público adulto, la pandemia es un miedo cerebral, pero es supersticioso, porque mucha gente no sabrá explicar qué es: la enfermedad del virus viario, del porcino… hay una capacidad de provocar un miedo irracional. Y, a través de la pandemia, uno puede reintroducir el terror vampírico”.
La serie combina el ambiente del cine de catástrofes de los años 70 con las series de investigación de hoy en día.
¿Como logras un balance entre ambos estilos?
“A mí me gustó mucho un thriller de los [años] 70 llamado “The Andromeda Strain”. La idea era mezclar un drama de procedimiento con mítica. La gente olvida que “Drácula”, de Bram Stoker era, en su momento, una novela modernísima, como de Michael Crichton [autor de “Andromeda Strain”] y tenía la tecnología punta de la época: magnetofones, telégrafos, máquinas de vapor… pero en medio de todo ello estaba la figura arcaica y medieval de Drácula. Lo mismo traté de hacer con “The Strain”: mezclar un rollo “crichtoniano” con una vertiente moderna, no tanto en los efectos especiales, sino en cómo enfrentarse el terror físico”.
¿Has adaptado tu propio libro por primera vez…?
“La realidad es que tuvimos la bendición de haber adaptado los libros a cómic para la editorial Dark Horse. Y fueron unos cómics que tuvieron bastante éxito. [Así que] esta es la tercera vez que escribimos la historia”…
Dirigiste el primer episodio. ¿Cuán diferente te planteas la puesta en escena en cine y en televisión?
“Tengo que estar consciente de los tamaños de pantalla: si yo hago una vista enorme para televisión con un lente demasiado abierto, no va a tener la espectacularidad que tendría en una pantalla de cine. Entonces, necesito adaptarme a ese lenguaje. De todas maneras, rodé con mi estilo propio, con la paleta de color que siempre uso, la [misma] puesta en escena… Simplemente hay que tener en cuenta que vas a rodar con momentos álgidos cada 15 minutos para irte a comerciales” [risas].
FX tiene un catálogo de series únicas: “Fargo”, “American Horror Story”, “Sons of Anarchy”…
¿Qué crees que diferencia el canal del resto?
“FX es un canal orientado al contenido de autor. Respeta mucho la personalidad creativa de sus autores, y para mí eso fue espléndido”.
Se habla mucho de lo mal que va la taquilla este verano en cine, mientras que en televisión se producen series alabadas. ¿Qué está pasando?
“Realmente la taquilla de cine ha cambiado en proporción, pero si uno mira la taquilla en los últimos años, [las recaudaciones] suben. Lo que pasa es que las películas que agarran esa taquilla son menos. Cada año 12 películas se llevan todo el dinero, y eso es, lamentablemente, una transformación. Antes había un balance más grande entre las pequeñas y grandes ofertas de narrativa. Lo que es muy alentador es algo de lo que nadie habla: que las historias que funcionan en cine son las que son diferentes. Todo el mundo habla de las franquicias, que dan dinero. Pero películas diferentes, con personalidad muy fuerte, encuentran un público. [Por ejemplo], “Gravity”, una película que encontró su público”.