Cinco libros para recordar a Gabo
El mejor homenaje es leer al célebre fabulista de Macondo
Es -probablemente- el hijo más célebre de Colombia. Gabriel García Márquez falleció el pasado 17 de abril en México, su otro país del corazón. Allá vivía desde 1961.
No se fue del todo. En realidad, para alegría de sus legionarios, los de siempre y los que vendrán, está su obra.
Virtuoso del “realismo mágico” y referente del llamado boom latinoamericano, nació en la costa Caribeña, en Aracataca, un 6 de marzo de 1927. Una palabra resume su nombre: universal. Por que, sin duda, es el escritor hispanohablante más leído y reconocido del mundo. Sus libros son superados en ventas solo por la Biblia.
Se fue pero queda el paisaje infinito de Macondo, grabado en la inmortalidad literaria. Y más allá de ese pueblo imaginario, con “Cien años de soledad” al frente, sigue el resto de su obra: “El General en su laberinto“, “La Hojarasca”, “Los funerales de la Mamá Grande“, “El amor en los tiempos del cólera”, “La mala hora”, “Del amor y otros demonios”, “El Coronel no tiene quien le escriba”, “El otoño del patriarca”, “Crónica de una muerte anunciada” y la “Noticia de un secuestro“.
En 2002 publicó “Vivir para contarla”, primera parte de una autobiobrafía que, al momento, queda inconclusa. De hecho, se ha rumorado durante mucho tiempo que Gabo habría estado escribiendo la segunda parte.
Asimismo, están los reportajes y crónicas periodísticas como “Textos costeños” y “Entre cachacos“, recopilados en dos volúmenes magníficos publicados por Editorial Sudamericana. Y claro, reseñas y comentarios de sus otros dos grandes amores: el cine y la música.
Recordarlo con “La soledad de América Latina“, el discurso memorable que ofreció en Estocolmo al recibir el Nobel. En aquella ceremonia destacó -además- por la vestimenta. En un mar de smokings negros, sorprendió con su traje de lino blanco, como en el Caribe, como le gustaba a él.
Finalmente, sirve agregar que su archivo personal fue adquirido por la Universidad de Texas.
marcela.alvarez@impremedia.com
Cuando en 1982 la Academia Sueca concedió a GGM el Nobel de Literatura, el escritor mexicano Juan Rulfo (uno de los referentes del premiado) dijo: “Por primera vez después de muchos años se ha dado un premio de literatura justo”.
A continuación, cinco libros para acercarnos al universo fantástico de ese “colombiano errante y nostálgico”. Porque la mejor manera de homenajear a García Márquez es simplemente leerlo.
- “El General en su laberinto“: La vida del Libertador Simón Bolívar se apaga poco a poco. Decepcionado, solo y enfermo, se embarca en su última aventura con la mirada puesta en Europa. El autor, con la habilidad de un maestro impresionista, retrata nítidamente el río Magdalena y las tristezas del ilustre viajero.
- “Noticia de un secuestro“: Es la novela que nunca hubiera querido escribir, dijo el autor en varias ocasiones. Aquí, GGM vuelve a su rol de periodistal. La historia se basa en un hecho de la vida real: el secuestro a principios de los 90 en Bogotá de Maruja Pichón de Villamizar. El sospechoso es Pablo Escobar.
- “El coronel no tiene quien le escriba“: Un coronel lleva más de quince años esperando por la pensión que tiene derecho por haber trabajado para Aureliano Buendía, un personaje quien reaparecerá en otros libros posteriores. Todos los viernes, en el pueblo olvidado donde vive, el ex oficial espera por la lancha que le traiga buenas nuevas.
- “Crónica de una muerte anunciada”: Un asesinato por motivos de honor. La historia, dicen, ocurrió durante los años verdes del escritor, quien la desempolva décadas después en su papel de reportero. El protagonista, Santiago Nasar, se encamina a su muerte segura. Es uno de los libros más conocidos de GGM, cuyo título es constantemente usado en el lenguaje popular.
- “Cien años de soledad“: Para muchos, el magnum opus del escritor. El imaginario pueblo de Macondo y el clan de los Buendía se mezclan para crear lo real maravilloso de un libro que trasciende tiempo y espacio. Una obra maestra de alcance e impacto universal.