Vicepresidente salvadoreño: Será difícil, pero le ganaremos al crimen
Óscar Ortiz indica que 2015 será difícil para frenar la criminalidad, pero que el gobierno tiene una estrategia integral para enfrentarla
El vicepresidente Óscar Ortiz, en entrevista exclusiva con La Opinión, reconoce la grave situación de violencia que vive El Salvador, uno de los países más peligrosos del mundo. Sin embargo, dice el funcionario, el gobierno ha adoptado un plan para enfrentar el flagelo por medio del diálogo con los más diversos nacionales. Se estudia la creación de un fondo por la seguridad a fin de dotar al Estado de los recursos para el combate del pandillerismo que a diario cobra 20 vidas. “Va costar”, aseguró Ortiz, al tiempo que reiteró que con el concurso de todos se ganará la batalla.
La violencia es una problemática muy grave en el país que impide su desarrollo. ¿Cómo lo pretende enfrentar este gobierno?
Bueno, en el corto plazo es el reto más grande que tenemos. Nuestro presidente (Salvador Sánchez Cerén) y este servidor, estamos conscientes de esta problemática y para eso hemos puesto en marcha una estrategia que tiene el componente de la prevención, de la rehabilitación y la represión del delito.
En este caso, quiero ser franco con el país entero: éste va a ser un año difícil, sobre todo porque, después de muchos años, es hasta ahora que tenemos en marcha una estrategia integral, muy articulada.
Hemos estado teniendo respuesta del crimen organizado para tratar de mandar un mensaje de forcejeo, un mensaje que trata de desmoralizar o de presionar al gobierno para tratar de evitar que se pongan en marcha todas estas medidas, pero eso no va a parar todo lo que tenemos.
Pero en concreto ¿qué es lo que han hecho para frenar la criminalidad?
De hecho, ahora estamos empezando a golpear las estructuras de la extorsión, a los cabecillas del crimen organizado; tenemos la decisión de tomar el control total del sistema penitenciario, de bloquear y aislar todo el tema de comunicaciones entre aquellos que han estado generando violencia y asesinatos desde los centros penales. Por el otro lado, estamos masificando las actividades de prevención, sobre todo con factores de oportunidad de empleo a los jóvenes, programas sociales, el apoyo al deporte, a la cultura.
Lo que estamos teniendo coyunturalmente -y hay una articulación, yo diría maligna, detrás de todo esto- es que este año vamos a estar como en una especie de respuesta de los delincuentes, porque van querer presionar para que tomemos otra ruta, pero no lo vamos a hacer. Esta es la ruta que hemos escogido y esta batalla la vamos a ganar. Va a costar.
¿Qué necesita el gobierno para ganar esta batalla?
Necesitamos el acompañamiento, como el del instrumento que hasta ahora hemos creado: el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CNSCC); hemos reforzado leyes contra la extorsión, contra aquellos que atenten contra policías, jueces y fiscales; tenemos el apoyo de los batallones de reacción rápida, que son batallones especializados para golpear crimen a través de información bien dirigida; estamos fortaleciendo las instancias de inteligencia, y, por supuesto, el nivel de articulación entre Fiscalía, Policía y el Sistema Judicial.
En el tema judicial, estamos trabajando por un papel más comprometido de los jueces, porque no basta con capturar a un delincuente, hay que probarle, hay que condenarlo, y tiene que pagar a partir de la gravedad del delito. En esa dirección nos va a tomar un tiempo, pero esta batalla la vamos a ganar.
El tema de la violencia está afectando a la economía…
El tema de seguridad afecta la economía, la seguridad de la familia, la calidad de vida de la población. Entonces, necesitamos enfrentarlo con determinación, con valentía. Para esto necesitamos la participación activa de todos los sectores, pero también de recursos. Hay que movilizar recursos. Y parte de lo que está en discusión a corto plazo es que hay que plantear una iniciativa que haga llegar recursos rápidos para fortalecer a la policía con chalecos, logística, tecnología, sistemas de información, de video-vigilancia, sistemas de comunicación, vehículos; para fortalecer todo lo que requieren los batallones especializados de reacción; para fortalecer el trabajo de los fiscales, de los investigadores.
Si queremos realmente revertir toda esta red de extorsionadores debemos golpearlos de manera sistemática y bien dirigida. Tiene que funcionar todo el sistema, y para eso debemos tener recursos.
Yo creo que, sin duda alguna, vamos a tener que someter una especie no de Fundo de la Salud (FOSALUD) sino de Fondo de Seguridad (FOSEGURIDAD), para incorporarlo estrictamente a los temas de seguridad, para golpear la extorsión, para golpear al crimen organizado, para golpear a los cabecillas, para tratar de fortalecer la acción de los distintos instrumentos que están llamados a protegernos.
¿Se está dialogando para ello? ¿Por un Pacto de Nación?
Debemos seguir consolidando el espacio de diálogo para convertirlo en pacto económico y en un pacto por la seguridad. Estamos en esa ruta. Creemos que es una construcción de proceso.
Hay tres temas que requieren terminar de cerrar ese acuerdo público-privado, ese acuerdo de país, son: la seguridad, crecimiento económico con empleo decente y educación.
Porque la mayor cantidad de recursos que nosotros obtengamos en los próximos años tienen que ir dirigidos a la escuela, a los niños, a las niñas, a los estudiantes, a los jóvenes; porque es ahí donde tenemos la oportunidad de golpear factores de violencia de largo plazo.
No tengo ninguna duda que el reto que tenemos es pasar del diálogo a pactos concretos en estos temas que, al final, son los desafíos que el país tiene para crecer en todo sentido.