Guerra contra la marihuana sintética
Aumentan los operativos contra la venta de este producto ante el alza en su consumo vecindarios hispanos
La ciudad de Nueva York está endureciendo la guerra contra la marihuana sintética y hay una muy buena razón para ello: En las pasadas semanas se ha visto un incremento en el consumo de esto producto que ha llevado a decenas de personas a las salas de emergencia.
Números provistos por el Departamento de Salud de la Ciudad indican que durante los tres primeros meses de 2015 se detectaron de entre dos a tres visitas diarias a las emergencias provocadas por el uso de marihuana sintética. Una gran cantidad de esos casos fueron registrados en el East Harlem, y la mayoría de los afectados, un 90%, fueron hombres de 35 años en promedio. Se estima que en toda la ciudad se producen más de 100 ingresos a hospitales a la semana por la misma razón.
Ante el preocupante incremento en el consumo la autoridades están atacando los puntos de venta, que siguen siendo, en gran medidas, bodegas ubicadas en vecindarios con presencia hispana como el East Harlem.
Tan sólo en lo que va de julio se han realizado dos redadas en El Barrio. En el más reciente operativo policial ocurrió el jueves pasado, cuando fueron incautadas más de 2,000 bolsas en dos establecimientos del área de la calle 125 y la avenida Lexington, que dejó como saldo dos personas arrestadas y acusadas por posesión criminal de sustancias controladas.
En el primer operativo, el 2 de julio, se incautaron 8,000 bolsas con marihuana sintética, en una iniciativa impulsada por la presidenta del Concejo Municipal Melissa Mark-Viverito, luego de recibir quejas de los residentes sobre el incremento en la venta de la mencionada droga.
Preocupación en el vecindario
A pesar de ser ilegal su venta desde 2012, la marihuana sintética, que viene empaquetada en bolsas bajo la popular etiqueta de K2 y Spice, entre otros, y que en muchos casos se vende como incienso o potpourri, se sigue comercializando en bodegas a donde tienen fácil acceso los adolescentes y adultos jóvenes, lo que causa alarma entre los residentes.
Para Josefa, quien residente de la calle 120 con la Tercera avenida, la situación no es nueva. “Es un secreto a todas voces el que se venda droga en muchos lugares”, dijo la mujer que no quiso dar su apellido. “Lo que más me preocupa es el fácil acceso que tienen los jóvenes a este tipo de drogas y ahora que la puedan comprar en bodegas, es algo terrible”.
Entre tanto, Ángel Grande, de origen mexicano y propietario de un restaurante en la calle 116 y la Tercera avenida, que lleva en el área 18 años, reconoce que “aunque la zona ha mejorado mucho en cuanto a seguridad se refiere, este tipo de noticias no deja de afectarnos, porque nos ahuyenta la clientela que viene de otros condados”.
Muchos bodegueros están de acuerdo con las acciones policiales para sacar a las “manzanas podridas”, aunque a la vez defienden el gremio. Este es el caso de dos propietarios de bodegas cercanas a la calle 125 y la avenida Lexington. “Es injusto que se diga que en todas las bodegas de por acá se vende, porque no es cierto”, indicó uno de los comerciantes que prefirió no dar su nombre.
El mexicano Alejandro Osorio, que trabaja en un deli de la avenida Lexington y la calle 124, ve con preocupación que “cuando se fuman esas cosas vienen al negocio y empiezan a gritar y a querer hacer problema”.
Un fuerte alucinógeno
Es precisamente la reacción que provoca en los consumidores una de las principales inquietudes de las autoridades. El comisionado de Policía Bill Bratton y sus más altos comandantes discutieron la pasada semana nuevos protocolos para tratar con personas que estén bajo los efectos alucinógenos y delirantes tras el consumo de esta sustancia.
El Departamento de Salud también emitió un alerta para que los ciudadanos sepan de los efectos negativos del consumo de esa droga. La comisionada Mary Bassett, emitió una orden, dirigida principalmente a las tiendas en East Harlem y áreas adyacentes, sobre la ilegalidad de vender marihuana sintética en la ciudad de Nueva York.
“Sin importar lo que el paquete diga, no hay manera de saber exactamente lo que la marihuana sintética contenga”, dijo la comisionada. “Las consecuencias de su uso son impredecibles por lo que pido a la gente a no usar esta peligrosa e ilegal droga”.
“Estos productos peligrosos no pertenecen al inventario de ninguno de los negocios que existen en nuestros vecindarios y son una amenaza contra la salud pública”, dijo el jefe Bratton. Mientras que Mark Viverito indicó que esas drogas “no tienen espacio en nuestras comunidades”.
Entre tanto el Departamento de Protección al Consumidor, que es el ente gubernamental encargado de recibir quejas y revisar los comercios de la ciudad, está trabajando en conjunto con el Departamento de Salud y la Policía para realizar los operativos de incautación de las drogas prohibidas.
Para denunciar un establecimiento donde se venda la marihuana sintética puede hacerlo llamando al 311.
Recuadro
Educar es la clave
Josefa Rojas, residente de la calle 127 y la avenida Park, mostró preocupación de que esto se está convirtiendo en una nueva modalidad de droga para los jóvenes. “Tengo dos hijos adolescentes y aunque les hablo mucho sobre el peligro de la droga, siempre tengo miedo sobre la presión que puedan tener de los amigos”
Sobre la preocupación que han mostrado padres con hijos adolescentes, el portavoz del Departamento de Educación Jason Fink, dijo en un comunicado que “educar a los niños sobre los peligros en el uso de las drogas es una parte crucial en nuestro esfuerzo por mantenerlos a salvo, saludables y en condiciones de alcanzar sus potenciales. Para eso ofrecemos una amplia gama de servicios de consejería e intervención para tenerlos alejados de las drogas y ayudarlos a optar por las elecciones correctas”.
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Se expande por el estado
El uso de la marihuana sintética es una tendencia que se extiende a todo el estado.
La oficina del gobernador Andrew Cuomo hace poco más de una semana emitió un alerta sobre el incremento de ingresos en hospitales debido al uso de la marihuana sintética.
Cifras indican que entre el primero de abril al 30 de junio -en el estado- se registraron más de 1,900 visitas a salas de emergencia y más de 680 llamadas recibidas por el Centro de Control de Sustancias Venenosas, reportando efectos a la salud asociados con el uso de la mencionada droga.