¿Podrán los candidatos demócratas cumplir sus ambiciosas promesas sobre inmigración?
Grupos pro inmigrantes elogian planes migratorios de los candidatos presidenciales demócratas, otros advierten que parte de lo que ofrecen necesita del Congreso y se enfrentará, seguramente, a más bloqueos republicanos
El 28 de Mayo de 2008, el entonces candidato demócrata a la Presidencia Barack Obama dijo durante una entrevista televisada en español que “durante mi primer año en la presidencia puedo garantizarle que tendremos en el Congreso un proyecto de reforma que empujaré con vigor. Quiero hacer esto lo antes posible”.
Obama compartió las mismas promesas con otros medios hispanos, incluyendo a este, en numerosas ocasiones durante dicha campaña. Todo ocurriría en el primer año, aseguró.
Cuando Obama tomó posesión de la Presidencia, ocho meses después, la reforma migratoria pasó a tener una menor prioridad que otros imperativos, como la economía y la reforma de salud. Más de dos millones de inmigrantes fueron deportados durante sus dos gobiernos (que aún no terminan), convirtiendo a su gobierno en el más eficiente deportador de inmigrantes en tiempos recientes.
Las promesas electorales suelen, a la hora de la hora, enfrentarse a otras realidades.
Los precandidatos demócratas, en mayor o menor medida, han ofrecido hacer más por los inmigrantes que lo que ha querido o logrado hacer el actual Presidente Barack Obama, en gran contraste con las ofertas republicanas de imponer más restricciones.
El más reciente plan de política migratoria, presentado esta semana por Bernie Sanders, detalla numerosos cambios, algunos posibles para el ejecutivo y otros imposibles sin la ayuda del Congreso.
Varios grupos pro inmigrantes tuvieron palabras de elogio hacia el plan de Sanders este miércoles mientras que otros precandidatos demócratas han hecho su parte ofreciendo ambiciosos planes de cambio y legalización de inmigrantes.
Greisa Martinez, coordinadora de activismo para la red nacional de “DREAMers”, United We Dream, dijo que lo presentado por Sanders “incluye las cinco demandas primordiales que hemos hecho al Presidente Obama….creemos que Sanders está yendo más allá de las palabras y está ofreciendo valores que ayudarían a la comunidad”.
Angélica Salas, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, CHIRLA, también elogió el plan de Sanders, indicando que “refleja las demandas de un diverso movimiento pro inmigrante, las necesidades de millones de familias y los valores de nuestro país”.
Otros candidatos, más promesas
Pero Gabriela Domenzaín, portavoz de la campaña de otro precandidato demócrata Martin O’Malley, señaló que ese candidato no sólo presentó medidas incluso más ambiciosas en el pasado, sino que las implementó como gobernador del estado de Maryland.
“En cuanto al tema migratorio, el gobernador O’Malley ha liderado en base a sus principios, no a las encuestas—implementando el DREAM Act, otorgando licencias de conducir a la comunidad indocumentada en Maryland e implementando una variedad de medidas para asegurar que los Nuevos Americanos fueran incluidos en la plena luz de nuestra sociedad”, indicó.
Hillary Clinton, por su parte, no ha presentado una plataforma migratoria detallada por escrito, pero ha descrito en varios discursos, entrevistas y presentaciones, su respaldo por la reforma migratoria, su apoyo por mantener y expandir las órdenes ejecutivas como DACA y DAPA y su intención de cambiar la forma en que se procesa la deportación de inmigrantes, siendo “menos estricta” que el propio Obama.
Otros activistas, sin embargo, señalan que aunque la postura de los precandidatos demócratas es loable, particularmente en contraste con las ideas restrictivas del lado republicano, hay que considerar la probabilidad de que un eventual presidente demócrata se enfrente a un Congreso, seguramente una Cámara Baja republicana.
No será tan facil como suena
La comunidad inmigrante lleva años escuchando promesas de reforma que no han podido concretarse, explicó Maribel Hastings, analista de la organización cabildera America´s Voice.
“Un factor a considerar es la renuencia republicana a abordar este asunto y en el supuesto de que un demócrata resulte electo a la presidencia en 2016 y cuando asuma el poder en 2017 siga lidiando con un Congreso de mayoría republicana, especialmente en la Cámara Baja, el gran reto de ese presidente o presidenta demócrata será buscar consenso y aliados para poder impulsar todo lo que están prometiendo a nivel legislativo”, agregó Hastings.