México fue uno de los países más peligrosos para hacer periodismo en 2015

Es la nación más mortífera para la prensa en América Latina. En lugares como Oaxaca o Veracruz, los periodistas están en el objetivo de mafias y de personalidades políticas locales cuando denuncian la corrupción

Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) coincidieron que en 2015 México fue uno de los países más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo.

En su recuento anual que publicó hoy, Reporteros sin Fronteras dijo que México es el país más mortífero para la prensa en América Latina, donde en Estados como Oaxaca o Veracruz los periodistas están en el objetivo de “mafias y de personalidades políticas locales cuando denuncian la corrupción”.

Uno de los asesinatos de periodistas que marcaron 2015 en ese país -recuerda RSF- es la ejecución del fotoreportero mexicano Rubén Espinosa, encontrado con signos de tortura junto a cuatro mujeres en un apartamento de la ciudad de México, adonde había huido desde Veracruz por amenazas de muerte.

“Con ocho periodistas asesinados en 2015 –en cinco de estos casos aún se desconoce la razón por la que los mataron– México sigue siendo el país más mortífero de América Latina para el gremio periodístico. Los estados de Veracruz y Oaxaca, en el sur del país, son los más peligrosos para los reporteros, quienes se convierten en blanco de las mafias y de los políticos locales cuando denuncian hechos de corrupción. Antes, algunos podían huir de esos estados para ponerse a salvo en regiones más “tranquilas”, pero el asesinato de Rubén Espinosa en la capital, el 31 de julio de 2015, demostró que hoy en México ya no existe ningún refugio para los periodistas amenazados”, dice el Balance 2015 de la organización con sede en París.

RSF indicó que el año 2015 se cierra con 67 periodistas muertos oficialmente en circunstancias vinculadas a su trabajo, de una lista de 110 profesionales de la información fallecidos “en extrañas circunstancias”.

A esa cifra se suman 27 periodistas-ciudadanos y otros 7 colaboradores de los medios de comunicación, lo que eleva a 787 los fallecidos en la última década por trabajar para los medios de comunicación, según el Balance anual.

Para Reporteros Sin Fronteras el país más mortífero para los periodistas del mundo en el año que termina fue Irak, seguido de Siria, ambos con conflictos armados y con la presencia de la organización terrorista Estado Islámico (ISIS). En el ranking internacional México se colocó en el lugar número siete.

El CPJ colocó a su vez a México en el lugar ocho de las 20 naciones más peligrosas para la profesión. La lista del Comité la encabeza Siria. Debajo se encuentran Francia, Brasil, Yemen, Sudán del Sur, Irak, Bangladesh, México, Somalia y Estados Unidos.

Los 69 asesinados registrados por el CPJ hasta el 23 de diciembre, cuando se cerró el recuento, superaron los 61 casos del pasado 2014. El Comité sigue investigando otras 24 muertes para tratar de saber si estuvieron vinculadas al ejercicio de la profesión.

De acuerdo con el informe  de la organización con sede en Nueva York Siria y Francia fueron los países donde más periodistas murieron este 2015, con 13 y 9 víctimas mortales, respectivamente.

El CPJ dijo que el 40 por ciento de los periodistas asesinados en 2015 por ejercer su profesión, 28 de un total de 69, murió a manos de grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico (ISIS).

Detalló que un tercio de los reporteros fallecidos fueron asesinados por grupos criminales, como narcotraficantes, o incluso funcionarios gubernamentales relacionados con el crimen organizado y la corrupción.

En días pasados, la Federación Internacional de Periodistas (FIP, por sus siglas en inglés) presentó un informe en el que señaló a México como el segundo país más peligroso en América Latina y el octavo a nivel mundial para ejercer el periodismo.

En su informe “Acabar con la impunidad en México 2015”, detalla que la crisis de la violencia y la impunidad en México, “uno de los países con mayor número de crímenes contra los periodistas, no muestra signos de disminuir”.

La Federación menciona que desde principios de 2010 hasta la fecha, 49 periodistas y trabajadores de la prensa han perdido la vida. “Junto a los asesinatos, hay que sumar la cifra asombrosa de 26 mil personas que han desaparecido, entre ellos 20 trabajadores de la prensa”, dijo la organización.

La FIP dijo que al igual que la mayoría de las violaciones de los derechos humanos en este país “no parece haber ninguna voluntad clara entre los poderes políticos y judiciales para llegar a una conclusión acerca de quién tiene autoridad sobre estos crímenes” contra periodistas.

La organización mencionó que de acuerdo a cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 89 por ciento de los casos de agresión no se resuelven, lo que, dijo, contribuye al clima general de miedo y autocensura que existe entre los comunicadores.

“En algunas zonas del país, como Veracruz y Oaxaca, la situación es especialmente delicada debido a la infiltración generalizada de tráfico de drogas entre las fuerzas de seguridad del Estado”, dijo la Federación.

El informe refiere que desde la llegada de Javier Duarte al Gobierno de Veracruz, “trece trabajadores de los medios han sido asesinados, mientras que otros han tenido que abandonar este peligroso estado con el fin de seguir trabajando como periodistas”.

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