Guillermo Ochoa, esperar para volar
El portero mexicano está decidido a mantenerse en el Málaga para dejar de ocupar plaza de extranjero a partir de junio
La agonía se ha prolongado por casi 530 días. Ver el fútbol desde el banquillo por tantos días consume el alma a fuego lento, a brasa ardiente sin opción de un cambio en el rumbo del viento capaz de producir un giro de fortuna.
Así ha sido el día a día de Guillermo Ochoa desde agosto de 2014, cuando aún vitoreado por los lances dejados en la memoria de la Copa del Mundo de Brasil 2014 llegó a Málaga con la promesa de ser el arquero titular del cuadro andaluz, lo cual con el transcurso de los días, semanas, meses y ya más de un año, sigue sin ocurrir.
El arquero mexicano, cuya inactividad irremediablemente le ha costado el puesto titular en la selección mexicana tras la salida de Miguel Herrera a consecuencia de su exabrupto al encarar y agredir a un narrador, que se dice Ochoa festejó en redes sociales, sigue sin debutar en la Liga de las Estrellas y sólo rescata minutos a cuenta gotas, como si bebiese agua de lluvia en medio de un desierto.
Javi Gracia, técnico del Málaga, no ha encontrado motivos para dudar de su superhombre Carlos Kameni, quien a sus 31 años ha demostrado fiabilidad de cirujano de alta escuela y una salud de árbol milenario.
El portero camerunés es un portento físico, un roble de 186 centímetros y 86 kilogramos que no se ha perdido un solo minuto de la Liga desde su triunfo sobre el mexicano en los entrenamientos donde el técnico navarro decidió que el africano sería su portero titular.
Kameni suma 58 partidos en fila sin sufrir siquiera un resfriado capaz de hacer dudar su convocatoria y abrir una oportunidad cual rayo de luz en plena tormenta para el mexicano Ochoa, quien ha dejado ir cerca de dos valiosos años en su estoica espera de una posibilidad de jugar.
El fútbol europeo atraviesa por la estación del mercado de fichajes invernal. En el Viejo Continente se habla de un interés en el balompié galo por el retorno de Ochoa, quien dejó un buen recuerdo tras su paso de tres campañas en el Ajaccio, donde semana a semana, pese a ser vapuleado, resultaba figura del club.
Sin embargo, Ochoa parece estar dispuesto a hacer una dolorosa jugada de ajedrez: permanecer en España pese a su vía crucis personal. Bien asesorado, y reflexivo, el guardameta mexicano tiene dos últimas cartas por jugar.
La primera y más poderosa: el próximo día 30 del mes de junio cumplirá los dos años de residencia en España, lo cual le permitirá acceder a la nacionalidad de aquel país y, finalmente, dejar de ocupar plaza de extranjero, lo cual se traduce en mayores oportunidades de ser considerado por cualquier club de Europa.
La segunda jugada del mexicano está en el propio mercado: se dice en Málaga de un posible interés del Watford de la Premier League por su compañero y némesis Kameni, a quien el Málaga trata de convencer para ampliar su contrato hasta 2018.
Si el hombre de hierro del cuadro andaluz se deja seducir por el glamour de la Liga de Inglaterra Ochoa habrá encontrado la recompensa a su paciencia, pese a no haber llevado de la mejor manera su suplencia durante los primeros meses en el banquillo.
Si Kameni se mantiene en el Málaga, entonces Ochoa deberá mantener su estado actual en espera de ver caer las hojas del calendario, volverse comunitario y, entonces sí, intentar volar.
Quiero más Futbol
Walter Claverí, al rescate de Guatemala
¿Cómo hubiera sido Messi en los ‘Súpercampeones’?
UEFA autorizará tecnología de la línea de gol en la Euro 2016
Real Madrid quiere a Ricardo Rodríguez, pero el Wolfsburgo no lo suelta
Otro mexicano perseguido en España: ¿debe preocuparse Javier Aguirre?