Posible victoria de Trump en Iowa pone en aprietos a élite del Partido Republicano
WASHINGTON.- El magnate empresarial Donald Trump se perfila como posible ganador en las “asambleas populares” en Iowa y en las primarias de New Hampshire el mes próximo, y eso pone en aprietos a la élite del Partido Republicano, que aún no se decide por un favorito pero tampoco cree que el senador Marco Rubio sea una alternativa viable.
Aunque casi todos los precandidatos republicanos han realizado extensas giras por Iowa y New Hampshire, las encuestas siguen poniendo a Trump a la cabeza en ambos estados, que son los que abren el proceso de “asambleas populares” y primarias a partir del mes próximo.
Según el promedio más reciente de “Real Clear Politics”, que rastrea las encuestas nacionales, Trump se mantiene a la delantera con un apoyo del 34,8%, seguido por el senador republicano por Texas, Ted Cruz, con 18,8%; Rubio, con el 11,6%; el neurocirujano afroamericano jubilado, Ben Carson, con 8,8%, y el exgobernador de Florida, Jeb Bush, con 4,8%.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, tiene el 3,4% y el gobernador por Ohio, John Kasich, con 2,4%.
Bush sigue en la lista corta de la maquinaria republicana, pero no ha logrado remontar en las encuestas y su actuación en los debates republicanos ha obtenido resultados mixtos.
Por ahora, el resto de los rivales de Trump por la nominación presidencial republicana compiten ferozmente por posicionarse como una opción al empresario.
Pero “Real Clear Politics” reiteró la advertencia de que los republicanos lleguen a su convención nacional sin un claro ganador.
Rules Committee proceeds with possibility of brokered convention hovering over decisions | https://t.co/wVlHc3T6ff pic.twitter.com/C4jQbtHzU0
— RealClearPolitics (@RCPolitics) January 21, 2016
Según observadores, si la participación electoral es fuerte en Iowa el próximo 1 de febrero, y en New Hampshire ocho días después, eso beneficiará principalmente a Trump.
Aunque Rubio, senador republicano por Florida, logró en otoño pasado el apoyo de prominentes líderes conservadores de ambas cámaras del Congreso, aún no ha pescado el respaldo de ningún gobernador, según la página web “fivethirtyeight.com”, que rastrea estos apoyos y asigna puntos a cada candidato.
Un desglosado de ese sitio refleja las divisiones y el dilema que, de cara a reconquistar la Casa Blanca, afrontan los conservadores en esta contienda: Bush ha recabado el apoyo de 31 líderes del Congreso, seguido por Rubio, con 27, y Cruz, con 18.
El espaldarazo de los legisladores cobra mayor importancia en las primarias porque suelen atraer donaciones y movilizar a los votantes, dos factores clave para la supervivencia de los candidatos en liza.
Eso explica por qué los miembros de la élite del partido tratan de cerrar filas en torno a candidatos que, a su juicio, tienen más posibilidades de ganar la nominación presidencial y, tal como ha ocurrido en las últimas décadas, una vez que éstos seleccionan al más fuerte, la base les sigue la pauta.
Rubio no se conforma con ser una segunda opción en la contienda y trata de convencer a la maquinaria republicana de que sí puede vencer a un candidato demócrata en noviembre próximo.
Pero, algunos conservadores, como el senador de Carolina del Norte, Lindsey Graham, han dado su apoyo a Bush por su mayor experiencia política.
Así las cosas, los expertos prevén una férrea competencia entre los precandidatos por destronar a Trump, lo que conlleva un aumento en los ataques mutuos tanto en las redes sociales como en anuncios televisivos, foros y resto de debates.
La crisis de los republicanos, agravada por las presiones del movimiento ultraconservador “Tea Party”, asoma ahora a la élite del partido a la posibilidad real de tener que escoger entre Trump y Cruz, quienes gozan del apoyo del ala extremista pero mantienen una imagen negativa entre las minorías, las mujeres, y los independientes, y podrían ocasionarle una aplastante derrota en noviembre próximo, según expertos.