Cardenales cierran con broche de oro
SAN LUIS/AP – El destino simplemente había marcado a los Cardenales de San Luis: nada ni nadie iba a ser capaz de frenarles.
El acta de defunción de los Cardenales de San Luis se redactó tantas veces que el papel se agotó.
Cuando el 24 de febrero se anunció que el as Adam Wainwright tenía que someterse a una operación reconstructiva del codo derecho, privándoles del as que ganó 39 juegos en los dos años previos.
Cuando el 20 de junio Albert Pujols fue colocado en la lista de lesionados por la fractura de la muñeca izquierda. “Tengo que buscar un sitio para ir a llorar”, dijo entonces el manager de los Cardenales Tony La Russa.
Cuando el 25 de agosto llegaron a estar a 10 juegos y medio de Atlanta por el wild card.
Cuando el 27 de octubre estuvieron a ley de un strike de quedar noqueados definitivamente en el sexto juego de la Serie Mundial. Y no fue sólo una vez, sino dos. Ningún equipo en la historia del Clásico de Otoño había estado tan al borde del abismo para luego alzarse con el campeonato.
“Es una temporada larga. Fíjense en la historia del béisbol, siempre ha habido equipos que han venido de atrás”, dijo La Russa tras conquistar una Serie Mundial en la que sus Cardenales ni siquiera debieron haber estado.
Pero el trofeo de campeón está por 11ma vez en uno de los últimos bastiones tradicionales del béisbol. Lo lograron con la victoria 6-2 sobre los Rangers de Texas en un séptimo juego la noche del viernes 28 de octubre.
El relevista Octavio Dotel habló de que los Cardenales deberían pasar por un “detector de mentiras” para poder dar crédito.
“Todo lo que nos ha pasado es increíble. La forma como entramos a los playoffs. Filadelfia tuvo que barrer a Atlanta en su casa”, dijo Dotel sobre el pase a los playoffs en el último día de la temporada regular. “La manera como le quitamos ese (sexto) juego a Texas”, añadió.
Este es el tercer campeonato para La Russa, los otros ganados con Oakland en 1989 y San Luis en 2006. Este debe ser el más especial de todos por las escasas expectativas que rodeaban a los Cardenales.
“Sabía de la personalidad de nuestro equipo”, dijo La Russa. “Empezamos a sumar victorias, la gente empezó a tomarnos en serio y fuimos en alza … La actitud fue de disputar cada partido como si fuera el último”.
Pujols dio un buen diagnóstico: “Creo que todo comenzó en el último mes de la temporada, fue cuando todos nos unimos. Todos empezaron a ser decisivos. Todo eso siguió en la postemporada”.
Así se escribió el epílogo de una temporada completa marcada por espectaculares remontadas y humillantes colapsos. También fue el broche para una inolvidable postemporada en la que se disputaron 38 de los 41 juegos previstos.
Los Cardenales serán los protagonistas del primer juego de la temporada de 2012 en Estados Unidos y les tocará estar en la inauguración del nuevo estadio de los Marlins de Miami el 4 de abril próximo.