Frank MaldonadoChef y Director EjecutivoRestaurantes Sofrito y Sazon

Nació literalmente entre las cazuelas y fogones de la cocina de su mamá, quien también era chef, en el Viejo San Juan. “Ahí le vino el dolor, la acostaron en la cocina y yo tengo un chiste que dice que pusieron un caldero con ajo y allí me echaron a mí”, asegura Frank Maldonado.

A los seis años, este puertorriqueño de ahora 46, se llevaba huevos de casa y cocinaba con sus amiguitos huevos con pan, el cual todavía es uno de sus platos preferidos.

Maldonado estudió artes culinarias en el Disney Institute y también obtuvo su título con honores en la Escuela Hotelera de San Juan.

En su cocina nunca falta el vino y la buena música. “Me gusta tocar flauta, conga, percusión, batería… Tengo muchos familiares que son músicos”, asegura.

Un momento importante de su carrera, fue cuando trabajó como ejecutivo en Méndez & Co. ya que le abrió la puerta a la cultura de los vinos y a hacer cartas de vino. “De ahí abrí el Camarón, fue un éxito también y fue uno de los negocios “latinations” de Puerto Rico. Fusionaba la comida del nuevo mundo con el viejo mundo, era más español, asiático y latino”, indica el chef que tiene dos hijos.

Viajaba mucho a Nueva York para comprar productos para los restaurantes y siempre quiso vivir aquí. En 1997, se mudó aquí y trabajó en Sofrito y en otros restaurantes de consultor. Ahora lleva Sofrito y Sazón y es el chef personal de Jorge Posada, jugador de los Yankees de Nueva York.

AOL lo designó uno de los chefs Top Latin Five y está escribiendo un libro “Sexo, gastronomía y vino”, sobre cómo conquistar a una persona con la comida. “Mi mayor logro es tener un chino, un ruso en una mesa diciendo que rico esta el bistec. Esa es mi mayor satisfacción”, asegura el chef.

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