Recuerdan al voluntario de la Zona Cero
QUEENS – A días de la repentina muerte de un hispano que trabajó como voluntario después del 9/11, su familia, amigos y líderes comunitarios lo recordaron como un líder y una inspiración.
Rafael Hernández, de 49 años, trabajó como bombero un su país nativo de México. Después de los ataques terroristas del 2001, se presentó para trabajar como rescatista voluntario en la Zona Cero durante varios meses. Poco tiempo después, él desarrolló problemas respiratorios y psicológicos y estaba incapacitado.
El domingo pasado, su compañero de piso, Jaime Munevar, lo halló muerto en su habitación. Las causas de muerte aun no han sido determinadas.
Tras considerarlo como un “héroe” los tres hijos adolescentes del mexicano que residen en el distrito federal mexicano -Sharon, Aurora, y Nicolás Rafael- le dijeron a Munevar que se sienten muy orgullosos de su papá y que su partida deja una herida muy grande en el corazón.
Su compañero de piso, Jaime Munevar, quien conoció a Hernández por primera vez en la Zona Cero, lo recordó como un gran amigo y un gran líder para los enfermos del 9/11.
Según Munevar, un colombiano de 55 años, en las semanas anterior a su muerte Hernández le había comentado sobre un dolor en su pecho y decía que se sentía “ahogado”. Sin embargo, él aseguró que hasta el sábado pasado la noche antes de su muerte Hernández “estaba contento, sonriente”.
Sin embargo, al día siguiente se encontró con la gran sorpresa.
“Cuando llegué el domingo yo golpeé, abrí la puerta y lo vi blanco, blanco y llamé a la policía”, indicó.
“Es una tristeza enorme,” dijo Munevar, “los programas que teníamos, los planes que teníamos para mudarnos y viajar se nos derrumbaron como las Torres Gemelas”.
Hernández lideraba un grupo de enfermos del 9/11 que se reunía en la sede de la Organización Fronteras de Esperanza en Jackson Heights.
“Se creó una familia en muy corto tiempo. Su espíritu tan generoso fue una inspiración, porque en las buenas y en las malas él era muy consistente”, explicó la directora de la organización, Rosa Bramble Weed.
“Muchos compañeros se sentían muy solos, no tenían familia, y él les brindó ese apoyo salió su liderazgo natural. Rafael buscó como acompañar a una persona al médico, a otro a la corte. Hemos perdido un gran líder”, recordó.
Al momento de su muerte, Hernández solo recibió una parte de su compensación – por medio de la demanda de la ciudad al gobierno federal por parte de las víctimas del 9/11 y que estaba esperando recibir un pago a corto plazo. Munevar dijo que sería “un gran regalo” si la familia podría recibir este dinero. Hernández también esperaba beneficiarse de compensación laboral y de la Ley de Salud y Compensación 9/11 James Zadroga.
El velatorio será el jueves, entre 4 p.m. y 9 p.m., en la Funeraria Rivera en el 10402 de la Avenida 37 en Corona, Queens.
Donaciones pueden enviarse a FONDO RAFAEL HERNANDEZ FAMILY FUND c/o Queens Pride House PO BOX 770834 Woodside Queens, NY 11377.
