Shakira: verdadera embajadora hispana
Cuando mencionan la palabra embajador viene a la memoria el nombre de la cantante Shakira. Esta famosa artista es digna de admiración. A través de su fundación “Pies Descalzos” ha realizado una labor encomiable y con su indulgente decisión ha facilitado el pan de la enseñanza a muchos niños necesitados de su país y otros lugares del mundo.
Vemos con beneplácito que cuando tiene la oportunidad de reunirse con algún dignatario, su prioridad es aunar esfuerzos para seguir sirviendo a su noble causa. Shakira denota entrega y buena voluntad cuando funge de emisaria y mensajera de su labor altruista y filantrópica. Quizás consciente y preocupada por las grandes necesidades de tantos niños, dijo una vez una frase que encierra una gran verdad “Al amor le faltan líderes y a los líderes les falta amor”.
¿Cuántos famosos tienen la oportunidad de hacer lo mismo que Shakira? Existen varios en el mundo, y no sólo no hacen nada, sino que hacen todo lo contrario, le arrebatan algunas posibilidades que tienen los pobres de recibir ayuda. Cuando solía ver en los medios de comunicación nombramientos de algunos artistas y beisbolistas por parte del presidente Dr. Leonel Fernández, leía los diarios dominicanos buscando con ansiedad la palabra honorífico, pero para mi frustración me enteraba que los nombramientos venían acompañados de sueldos lujosos. Estos señores en vez de imitar el honorable gesto de Shakira y otros famosos que también lo hacen, están recibiendo esos sueldos ostentosos provenientes del erario que bien podrían servir para la educación de los niños pobres o para abastecer de medicinas esenciales los hospitales públicos que visitan los más desposeídos de ese país, y para colmo, se dejan llamar embajadores entre otros títulos, deberían llamarse sanguijuelas.
Es lamentable que personas que Dios le regaló el don de entretener a la gente y que a través de sus fanáticos seguidores han conseguido fortunas, en vez de compartir algo de lo mucho que han ganado con los de abajo, en cambio le quitan opciones que los pobres podrían recibir para paliar sus ingentes necesidades.
