Dos corazones in memoriam

Bendición a Sonia Pierre (1963-2011) y a Matún De Los Santos (1911-2011).

Esta semana se despidieron dos inmensos corazones: María Esperanza “Matún” De Los Santos y Sonia Pierre. Ambas dominicanas eran unas de 12 hermanos y serán recorda- das por su indomable amor a la vida.

Sonia luchó por los derechos de los haitianos y las mujeres en la República Dominicana con el mismo entusiasmo y dedicación con que María Esperanza De Los Santos extendió su amplio corazón a todos. Tanto amor a la vida tuvo María Esperanza, que vivió por todo un siglo y dio a luz a tres hijos, criando cuatro más -sin contar los muchos que encontraban consuelo en su hogar.

Su dedicación a la alegría y al bienestar del próximo le valió el apodo de “Cuna,” sobrenombre que su hija de crianza Rossy Jáquez combinó con “Mamá” y transformó a “Matún”, sobre-sobrenombre que aún yo misma, a través de mi divina experiencia con aquella generosa mujer, transformé a “Más-tun”.

Raramente se perdía una misa -o fiesta, donde hasta bailaba regguetón. Oriunda de Salcedo, “esa doña era una tigra”, según su nuera Mercedes. Le cantaba “La Mañanitas” en vivo a los que cumplían años. Siendo la más enfermiza de sus hermanos, fue la última sobreviviente. Visitaba a los enfermos, aunque tuviera que viajar desde Nueva York a la Florida.

Me imagino a Matún en el cielo, brindándole un cafesito al corazón de Sonia, quien murió de un paro cardiaco a la muy joven edad de 48 años. “Era un [corazón] coloso,” dice su colega Jasmin Huggins. “El más valiente, más desafiante corazón de mujer que he conocido. Sin embargo, no pudo resistir la enorme presión a la cual su compasión, su preocupación y su dedicación lo sometió”. Aquel corazón cargaba en sí una feminista, activista, líder, madre, abuela, consejera, oradora, defensora de los derechos humanos, profesional de desarrollo y humanitaria.

Nacida en la República Dominicana de padres haitianos, Sonia se crió en Villa Altagracia, municipio en donde se crió mi padre. A los 13 años, organizó una protesta de cinco días por los trabajadores de caña en unos de los bateyes, siendo arrestada y su futuro servicio como premiada directora de la organización Movimiento de Mujeres Dominico-Haitiana (MUDHA).

En mí, siguen latiendo estos dos corazones.

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