Un menú de políticas sin sentido común

Encontrar donde convergen la política ambientalista, la seguridad nacional, el desempleo y la política energética del gobierno del Presidente Obama es bastante difícil.

El gobierno del presidente Obama logró que el Congreso aprobara una extensión temporal al recorte de la tasa impositiva que pagan los norteamericanos para su seguro social –tasa que temporalmente fue reducida en 2% para 2011.

Los republicanos se negaban a aprobar la extensión porque querían un acuerdo de un año. Y que el Presidente Obama aprobara la construcción de un oleoducto – el Keystone Pipeline – de Canadá a Houston en ese tiempo.

Ahí entran a jugar dos elementos políticos muy importantes. Por un lado la construcción del oleoducto ayudaría a crear por lo menos 20,000 empleos directos de inmediato y 100,000 en forma indirecta en poco tiempo. Tiene el respaldo de la mayor parte de los sindicatos, uno de los pilares principales del Partido Demócrata. Pero los ambientalistas, otro de los pilares del mismo partido, están en contra.

Después de tres años de estudio sobre el impacto que tendría la construcción del oleoducto hecho por el Departamento de Estado, el presidente decidió posponer la decisión por un año más – para evitar que el tema pueda ser utilizado durante las elecciones de 2012.

Desde el punto de vista de la seguridad nacional, el oleoducto ayuda a Estados Unidos. Eso permitiría importar más petróleo del buen vecino del norte, en vez de tener que depender de gobiernos, si no enemigos, por lo menos, alejados de los intereses de este país.

Mientras el gobierno de Obama dificulta cada día más los permisos para construir nuevos pozos en el Golfo de México, Alaska, y estados donde han encontrado petróleo y gas. El peligro ambientalista en muy grande, dicen. Pero callan sobre la seguridad nacional.

A la vez, esos mismos ambientalistas no chistan sobre los planes que tiene Cuba para cavar pozos petroleros en el mismo Golfo de México a menos de 100 millas de las costas de la Florida. Ahí lo que piden es que permitan a compañías americanas ayudar al gobierno cubano si hay un desastre ecológico.

Esta son las cosas que no entiendo. Riesgo ambientalista en territorio americano no queremos. No importa que tengamos el control de la seguridad en nuestras manos ni los miles de empleos que el hacerlo crearía. Pero sí están dispuestos a brindar ayuda a gobiernos enemigos de este país para resolver problemas ecológicos que puedan perjudicar las costas de la Florida aunque los beneficios sean para el enemigo.

No tiene sentido. No se puede crear trabajos para los estadounidenses por el peligro al medioambiente, pero sí podemos ayudar a gobiernos enemigos a resolver problemas que puedan poner en peligro nuestra ecología y crear empleos en otros países.

El riesgo ecológico existe. No lo neguemos. Pero si vamos a tener que involucrarnos en resolver problemas ecológicos que nos perjudicarían de todas formas, ¿cuál es la razón por la cual no podemos disfrutar de los beneficios económicos?

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