‘Becks’ genera escándalo

PARÍS, Francia (EFE).- El futbol francés no está acostumbrado a acoger estrellas mundiales, y la ya casi segura llegada al París Saint-Germain de David Beckham, de 36 años, a quien le pagarían 800 mil euros mensuales, ha provocado un escándalo en el país.

El británico arribaría a París en enero, según informó ayer la prensa gala, que da por hecho el fichaje, el que pretende ser un golpe de efecto comercial para un club recién comprado con capital catarí.

El sueldo, apoyado en los petrodólares de los dueños cataríes, ha provocado similares reacciones a las que levantaron a principio de temporada los 43 millones de euros que el PSG pagó por el traspaso del argentino Javier Pastore.

“Me sorprende que alguien pueda ganar tanto dinero”, aseguró ayer el ministro de Relaciones con el Parlamento, Patrick Ollier, lo que abrió una ronda de reacciones en el mundo de la política.

“En un período de crisis, los franceses no van a entender ese salario”, aseguró el diputado Bruno Le Roux, portavoz del candidato socialista a la presidencia del país, François Hollande.

Las informaciones periodísticas que confirman la llegada del inglés al PSG han reabierto el debate sobre la obligatoriedad de limitar los salarios de los futbolistas.

Una polémica que enfrenta a políticos de izquierda con los dirigentes deportivos, que consideran que la ley no debe servir para limitar la capacidad de los clubes franceses frente a los de otros países europeos.

Si se confirman las informaciones de la prensa, el sueldo de Beckham será el más elevado del futbol francés, y dejará por los suelos los 500 mil euros que cobra cada mes el lionés Yohann Gourcuff.

Y eso no es todo, porque el inglés se embolsará parte de los derechos de imagen y de venta de material, lo que puede elevar sus ingresos totales a 17 millones de euros en los 18 meses en los que estará ligado al PSG.

Los políticos también pusieron en duda la pertinencia deportiva de la llegada del exjugador del Real Madrid.

“A mí me gustan los futbolistas que juegan y que tienen talento. Los que ya no juegan y que dudo conserven talento, son sólo marcas. Eso me parece un escándalo”, afirmó el parlamentario Manuel Valls, otro de los portavoces de Hollande.

El diputado hizo referencia también a otro aspecto polémico que acompaña la llegada de Beckham, su carácter de jugador “glamour” fuera de los terrenos de juego.

Todos esos aspectos, que tanto escándalo han provocado entre un sector de la clase política, son secundarios para el mundo del futbol.

El entrenador del Olympique de Marsella, Didier Deschamps, consideró ayer que sus emolumentos “van en la línea de los tiempos” y defendió la valía futbolística del inglés “pese a su edad”.

Luis Fernandez, por su parte, le auguró un gran rendimiento deportivo: “Con el nivel que tiene la Liga francesa, hasta jugando con una pierna mostrará su calidad”.

El extécnico del Athletic de Bilbao destacó el “profesionalismo” de Beckham en cada club en el que ha militado, y consideró que el dinero “no será un problema para los cataríes”.

Lo que pocos dudan es que la llegada de Beckham será una buena operación de promoción de la Liga francesa, un tanto carente en los últimos años de promoción internacional.

Tanto los periódicos L’Equipe como Le Parisien subrayan que aunque el entorno de Beckham se muestre cauto, y a que el anuncio probablemente no se oficialice hasta Navidad o en enero, el PSG ya celebró reuniones para organizar su llegada, la que quieren convertir en un acontecimiento mediático.

Además, los propietarios cataríes que compraron el equipo de la capital francesa hace seis meses le han propuesto un puesto de embajador al término de su carrera de futbolista renovable cada dos años.

El diario popular indicó que el jugador podría estar en la ciudad esta misma semana para finalizar los detalles del acuerdo y también para empezar a montar la nueva vida de su familia, para lo cual el club ha establecido una opción sobre dos posibles viviendas de lujo.

Su mujer, Victoria Beckham, visitó además un palacete en la exclusiva avenida Montaigne, cuya finalidad sería dedicarlo a su actividad de estilista y de creadora.

Su estreno con el PSG debería producirse en Catar, donde los jugadores de París se entrenarán para disputar el 4 de enero un partido amistoso en Dubai contra el Milán AC.

Los preparativos para la llegada de los Beckham incluye la organización de una “entronización” en el Ayuntamiento de París, a la que seguiría un desfile por los Campos Elíseos.