El 1ro de mayo, para ‘educar’ al Presidente
Tal como parece, el Presidente Obama ha estado escuchando a la gente en la calle que está gritando denuncias al 1%. Prestar atención a ellos podría asegurar su reelección en contra de Mitt Romney, un caballero que paga menos impuestos que su propia secretaria.
El republicano Mitt Romney dice que su solución al problema de la inmigración indocumentada es obligarles a los indocumentados a que se “auto deporten”. Tiene en mente algo bien malvado. Quiere una “solución final” estilo Alabama.
La ley que fue aprobada en Alabama el otoño pasado, no sólo sanciona severamente a todo patrón que emplea gente sin documentos, sino también cortaba el servicio de gas, luz y agua para los indocumentados, previene la asistencia de sus hijos en la escuela, imposibilita la obtención de placas para sus autos, o de ser dueño de un coche o una casa. Si dicha ley se hubiera implementado en todos sus detalles, personas que debían dinero por haber comprado su coche con un préstamo, o su casa con una hipoteca, hubieran perdido tanto coche como casa.
Afortunadamente, una gran parte de la ley en Alabama se ha invalidado por las cortes. Y en Alabama el pueblo resiste la ley. Pero no debemos olvidar que la ley fue invalidada porque la corte federal falló que solo el gobierno federal puede hacer leyes de inmigración. Si Romney y los republicanos toman el poder, podrían convertir a la ley de Alabama en una ley federal, afectando todo el país.
Dos de cada tres personas indocumentados han estado viviendo en los Estados Unidos por más de diez años. Yo formaba parte de ese grupo. Si no me hubiesen arrestado mientras que trabajaba en un aeropuerto, en las redadas de “Operación Pista de Despegue”, tal vez estaría ahí todavía. ¿Y por qué?
Llegamos a los Estados Unidos sin ninguna autorización legal, pero no obstante, definitivamente nos han utilizado, por nuestra labor, por nuestros impuestos, por nuestro patrocinio de sus negocios. El multimillonario Romney se benefició de nuestra labor, y Obama ganó las elecciones gracias a los votos de nuestros parientes que son ciudadanos.
Aparentemente Romney apuesta a que los latinos se van a quedar cruzados de brazos, porque estamos tan decepcionados con Obama y tan enojados por la deportación de un millón de personas.
El congresista Luis Gutiérrez y la Familia Latina Unida organizaron una campaña exitosa el año pasado para convencerle a Obama que cambiara su política migratoria sobre la deportación y poner fin a la separación de familias y de jóvenes que vinieron a los Estados Unidos antes de cumplir 18 años de edad. Si resulta que en serio está cambiando su política, podría darnos a los latinos un motivo para salir a votar masivamente por él, y así parar a Romney. Pero hay que presionar a Obama para que se esfuerce más para ganarse el sufragio latino. Obama todavía promueve las sanciones al patrón, así negándoles el derecho de tener un empleo a los indocumentados, exactamente como lo quiere hacer Romney. Y hay otra cosita sobre la cual debemos “educar” al presidente.
Romney dice que desea mejorar las relaciones entre los Estados Unidos y México y los países centroamericanos. Al parecer no sabe lo que esos países sienten sobre el trato que sus ciudadanos reciben en los Estados Unidos, o la importancia económica de las remesas que ellos envían a sus países de origen.
Para derrotar a Romney tenemos que obligarle a Obama a que modifique su política migratoria. También tenemos que convencerle que debe cambiar su política con respeto del TLCAN y los pactos de libre comercio. En estados como Wisconsin e Indiana, los sindicatos de los obreros se encuentran bajo un ataque feroz. En estados como Alabama y Carolina del Sur, los inmigrantes latinos están bajo un ataque igualmente feroz. El TLCAN ha tenido el impacto de que muchos puestos de trabajo en los Estados Unidos se han echado a perder, y que el movimiento sindical estadounidense se ha debilitado.