Antonio Banderas cata vinos
El actor es un aficionado a la vinicultura
MIAMI, Florida.- El actor español Antonio Banderas bromeó la semana pasada en Miami al decir que si tuviera que regalar una botella de vino al director español Pedro Almodóvar sería una magnum -litro y medio- de Anta Banderas, que produce su bodega en la Ribera del Duero, en su España natal.
“A Almodóvar habría que regalarle el magnum, pero ese no está en la denominación de origen”, dijo burlón el polifacético y exitoso actor malagueño, que recientemente volvió a las órdenes del cineasta en La piel que habito.
Banderas hizo estos comentarios minutos antes de comenzar un seminario de cata de los vinos de su bodega, dentro del Festival de Comida y Vino de South Beach, en Miami, en el que habló a un auditorio feliz de escucharle contar anécdotas y experiencias sobre el mundo del vino y de cómo se inició en este negocio.
Sonriente aseguró en la entrevista que en el vino encuentra un “puente de unión” con España, por lo que el vino vendría a ser, comparó el actor, como un “catalejo” que te permite divisar tu tierra.
“Yo abro una botella de mi Ribera del Duero y me lleva de vuelta allí [a España]”, explicó con emoción, y expresó su convencimiento de que el vino “está ligado a un cierto romanticismo, y ese romanticismo está ligado a la tradición y nuestra identidad”, a lo que somos.
Preguntado qué vino recomendaría para una cena romántica, no dudó en escoger el Anta a16, una de las joyas de la empresa vitivinícola de la que es copropietario, Anta Banderas, radicada en Villalba de Duero, Burgos, que elabora unos vinos modernos de producción muy cuidada.
Comentó que su afición por el vino empezó hace ya tiempo, pero que se “agudizó” cuando abandonó España y se mudó a Estados Unidos hace más de veinte años para dar un mayor impulso internacional a su carrera artística.
El protagonista de Mujeres al borde de un ataque de nervios y Átame, películas que cimentaron su prestigio internacional, explicó que fue una serie de personas ligadas a su vida las que, al dejar España, le propusieron la “posibilidad de hacer negocios con una serie de empresas españolas con proyección internacional”.
En la cata de los vinos, un blanco chardonnay y seis tintos, Banderas confesó que se sentía como un “intruso o un sospechoso” en esta actividad, porque ésta no era su profesión, lo que arrancó risas entre el público, especialmente cuando dijo que comenzó a “sentir cosas realmente” por España cuando ya no estaba allí.
Los numerosos asistentes al seminario degustaron los más destacados vinos que elabora la bodega ubicada en pleno corazón de la Ribera del Duero, entre otros Anta a4, Anta a10 (la joya de la casa), Anta a16 y a de Anta, un vino de alta gama y un chardonnay del año.
Previo a la breve charla de Banderas, un experto de la bodega inició a los asistentes a la cata y valoración de los vinos servidos en copas especiales.
El Anta a10 2008, uno de los favoritos de Banderas, es un vino ensamblado de tempranillo (75%), merlot (5%) y cabernet sauvignon (20%) que presenta recuerdos de frutos de bosque y especias, con notas suaves de crianza en roble francés.
Con apenas una producción de 13,000 botellas anuales, el singular Anta a16 2007 (tempranillo, merlot y cabernet sauvignon) es un caldo con cuerpo, con 16 meses en barrica y con notas complejas de especias y matices frutales a cereza, según explicó el experto de la bodega.
Banderas, que probó los vinos mientras el experto procedía a su valoración visual, olfativa y palatal, resaltó entusiasmado que el vino es una “forma de arte”, ya que el arte, en su opinión, es una “reinterpretación de la naturaleza, una reinvención de la naturaleza”, precisó.