CBP reconoce abusos contra inmigrantes

La lista de atropellos es larga y variada: mala alimentación, separación y otros

Reporte presentado por una organización, y que cubría periodo entre 2008 y 2011, reveló maltrato en unos 13 mil casos.

Reporte presentado por una organización, y que cubría periodo entre 2008 y 2011, reveló maltrato en unos 13 mil casos. Crédito: Aurelia Ventura / LA Opinión

WASHINGTON, D.C.- El jefe de la Patrulla Fronteriza (CBP), Michael Fisher, reconoció ayer que existen abusos graves contra inmigrantes detenidos por su agencia e insistió en que hará responsable a cualquier oficial que no haga cumplir la ley de forma humanitaria.

La lista de abusos es larga. Malas condiciones alimenticias y de salud, separación de familias, maltrato físico. Diversas organizaciones de derechos civiles, cercanas a la frontera, han insistido en la negligencia por parte de CBP, en el trato de los detenidos y la inercia en su reacción, cuando los casos han salido a la luz pública.

El año pasado, la organización “No más muertes”, dio a conocer un reporte donde se incluyeron cerca de 13 mil casos de abusos documentados entre 2008 y 2011, que se describían como “parte de la política general establecida por la Patrulla Fronteriza”.

“Es verdad”, respondió Fisher cuando la congresista Lucille Roybal-Allard (D-CA) destacó los reportes sobre abusos. “Tomamos los reclamos muy seriamente. Una vez que determinamos los hechos, los enviamos a la oficina del Inspector General, para que ellos realicen las investigaciones”, dijo, Fisher al declarar frente al Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes.

“Me aseguro que obtengamos la información que es relevante. Todo oficial de CBP debe rendir cuentas en este respecto”, insistió.

Sin embargo, cuestionado respecto al número de investigaciones abiertas en la actualidad, Fisher reconoció que no sabía la cifra exacta.

El jefe de CBP también fue cuestionado por el cumplimiento que su agencia ha dado al memorando de discreción procesal, implementado en diversas ramas del Departamento de Seguridad Nacional y a la aplicación en general de un criterio enfocado solo en personas sin documentos que han cometido delitos, liderado por la Administración.

Al respecto, Fisher indicó que ha emitido “nuevas guías” para su personal, pero aclaró que es un proceso en curso y que en general el individuo siempre tiene la opción de retornar voluntariamente a su país o esperar y ver a un juez de inmigración. “No estoy satisfecha. Lo que se está haciendo en esta área, no parece estar teniendo un gran efecto, porque todavía estamos recibiendo reportes de abusos. Creo que Fisher está tratando de hacer la diferencia pero parte del problema es que él está lidiando con un cambio cultural dentro de CBP, que es muy difícil de modificar”, dijo Roybal-Allard a La Opinión.

“Espero que si seguimos presionándolo sobre este tema, eso le de un poco de credibilidad cuando está hablando con su gente, sobre las reformas que se necesita hacer”, agregó.

Esta semana, nuevos alegatos golpearon la imagen de CBP, esta vez en el área cercana a Canadá. La Coalición de la Frontera Norte, entidad que aglutina diversas organizaciones de derechos humanos en la zona, acusó a la agencia de detener e interrogar sin motivo a latinos que viven en sectores aledaños, inspeccionando los vehículos en los barrios donde viven.

Consultado por La Opinión al respecto, Fisher dijo que no estaba familiarizado con el caso. “No tengo los hechos. CBP no realiza la práctica de perfil racial contra nadie, ya sea en la frontera norte o sur. Algunas veces respondemos a los pedidos de otras agencias de seguridad que nos llaman para darles apoyo”, explicó.

Por otra parte, el año pasado la agencia lanzó un nuevo plan llamado “Consecuencias del Sistema” que impondrá castigos serios a los individuos que sean atrapados por oficiales estadounidenses. Una diferencia frente a la política anterior en que la toma de huellas digitales y la deportación, eran los principales objetivos.

Consultado por La Opinión, Fisher aseguró que están analizando los resultados de la nueva política. “Comenzamos en Arizona y ahora hemos incluido todos los sectores en la frontera sur. Estamos mirando números preliminares y se ven bastante bien, en términos de los objetivos que perseguimos con este cambio”, dijo.

Actualmente CBP cuenta con más de 21,000 agentes. Entre los logros destacados en la audiencia se mencionó, en comparación con 2006-2008, un incremento en la incautación de 74% más de dinero, 41% más en drogas y 159% más en armas.

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