Mujeres en Houston se manifiestan contra Perry
Rechazan los recortes a programas de salud reproductiva que benefician a miles de mujeres
HOUSTON.- Cientos de mujeres se manifestaron en Houston para protestar contra medidas gubernamentales que consideran lesivas para la salud reproductiva de la mujer.
El gobierno federal anunció que dejara de otorgarle fondos al Women’s Health Program que provee servicios de salud preventiva a más de 100,000 mujeres de bajos ingresos en el estado de Texas. Esta decisión fue tomada luego de que el gobernador Rick Perry y la Legislatura de Texas decidieran prohibir a clínicas y proveedores relacionados con la práctica de abortos recibir ese financiamiento.
Lo que parece ser otra batalla política entre republicanos y demócratas amenaza con dejar en limbo a miles de mujeres que dependen de clínicas como Planned Parenthood para hacerse pruebas de Papanicolau, exámenes de los senos, prevención de embarazo y exámenes para detectar enfermedades de transmisión sexual.
La decisión de Perry y los republicanos de apartar de esos fondos a clínicas como Planned ParentHood, una decisión que ha afectado a muchos más que a esa organización, tiene molestas a muchas mujeres del estado incluyendo a una buena cantidad en Houston.
El lunes 12 de marzo alrededor de 300 mujeres llegaron a la clínica Planned Parenthood en el sur de la ciudad para manifestar su inconformidad con las decisiones que está tomando Perry.
“No te metas con las mujeres de Texas”, gritaban las mujeres que se dieron cita a la reunión. Mientras, otras 50 personas apoyaban en el lugar la decisión del gobernador.
“No es correcto que el dinero de nuestros impuestos se utilice para que mujeres vengan a estas clínicas (Planned Parenthood) y aborten, ya basta de matar a tantos bebés”, dijo María Comeaux, activista pro vida.
Las clínicas Planned Parenthood actualmente tienen registradas en todo el estado alrededor de 50,000 mujeres de bajos ingresos que utilizan sus servicios de salud reproductiva, la gran mayoría de ellos no relacionados con abortos, y aunque existen en Texas unas 2,500 clínicas públicas que ofrecen servicios similares no está claro si podrán proveer de forma eficiente estos servicios a las mujeres que han estado asistiendo a clínicas de Planned Parenthood.
“El gobernador Perry necesita entender que no puede jugar sus juegos políticos con la salud de miles y miles de mujeres que dependen de estos programas de salud”, dijo Alejandra Díaz, portavoz de Planned Parenthood.
El gobernador de Texas ha dicho que no necesita la ayuda del gobierno federal para proveer servicios preventivos de salud a las mujeres que dependen del Women’s Health Program. Sin embargo no ha establecido cómo va generar los $30 millones anuales que se requieren para operar dicho programa.
“Yo necesito estos programas porque no tengo dinero para hacerme los exámenes que requiero anualmente y que son importante para que yo cuide de mi salud, el gobernador Perry necesita entender que sus decisiones afectan las vidas de personas”, dijo Deiya Galván, usuaria de Planned Parenthood.
En un comunicado emitido por la oficina de Perry el gobernador dice que la Administración de Barack Obama no le dio una notificación oficial al estado de Texas sobre la decisión que tomarían sobre el programa y que las acciones del presidente están motivadas por su agenda política. Además el gobernador se comprometió a seguir buscando alternativas que ayuden a que las miles de mujeres de bajos ingresos que dependen de programas públicos para tener acceso a cuidado preventivo sigan teniendo clínicas donde acudir.
Considerando la cantidad de mujeres de bajos ingresos que ahora están buscando servicios de salud dentro de un sistema que ya recibió recortes considerables en la pasada sesión de la Legislatura, es poco probable que se encuentren con un sistema que tenga la capacidad para atenderlas adecuadamente.
El director ejecutivo de Texas Association of Community Health Centers, José Camacho, dijo que va a ser muy complicado que los centros de salud que ya han sufrido recortes puedan atender la capacidad de mujeres que van a quedar sin cobertura al quedar marginadas de las clínicas de Planned Parenthood.