Lucha contra deportación
El congresista Luis Gutiérrez regresó a Carolina del Sur para participar de la audiencia de deportación de un mexicano y poner así a prueba la política del presidente Obama de dar prioridad a la expulsión de criminales
CHARLOTTE, Carolina del Norte .- El congresista Luis Gutiérrez regresó a Carolina del Sur para participar de la audiencia de deportación de un mexicano y poner así a prueba la política del presidente Obama de dar prioridad a la expulsión de criminales.
En las afueras de la Corte de Inmigración en Charlotte, Gabino Sánchez, de 27 años, acompañado de uno de sus dos hijos estadounidenses, su esposa y un grupo de líderes del vecino estado, pidió al Presidente que no lo deporte.
Gutiérrez enfatizó que el caso del hispano “nunca debió haber llegado a esta instancia porque el Gobierno federal, a través de un memorando, estipuló que la prioridad era expulsar a criminales”.
“Gabino es un padre de familia y no un criminal. Nos dijeron que iban a deportar sólo a criminales, ahora tienen la oportunidad de demostrarlo con hechos y no con palabras”, enfatizó el congresista.
Sánchez llegó a EEUU a la edad de 14 años. Se estableció en Ridgeland, al sur de Carolina del Sur, trabajando en la jardinería y construcción y eventualmente se casó y tuvo dos hijos, de 6 y 2 años.
La pesadilla del mexicano comenzó el pasado 2 de noviembre cuando fue detenido por oficiales de la policía en las cercanías de la vivienda en la que habita con su familia por no respetar el límite de velocidad y no obedecer la señal de un alto de disco.
Debido a que no posee licencia de conducir por su condición de indocumentado y un historial de varias multas por manejar sin el permiso, fue puesto a las órdenes del ICE.
Según el congresista, la detención del hispano ocurre frecuentemente especialmente en los estados del sur, porque las agencias locales “establecen puntos de revisión en comunidades hispanas para aplicar leyes restrictivas y acelerar sus deportaciones”.
Marty Rosenbluth, abogado de Sánchez y director del Proyecto de los Derechos de los Inmigrantes en Durham (Carolina del Norte), sugirió que la detención de Sánchez fue un caso claro de perfil racial.