ENDOMETRIOSIS: compañera desconocida de la mujer
Se trata de un mal común pero misterioso que afecta a muchas en edad reproductiva
Nueva York – ¿Qué mujer no ha escuchado hablar sobre cáncer del seno, osteoporosis, diabetes, hipertensión, males cardíacos, obesidad y cáncer cervical?
Estas son enfermedades comunes que sufren muchas en Estados Unidos, incluyendo las latinas. Sin embargo, existe un mal exclusivo del sexo femenino que, a pesar de afectar a millones, es desconocido por la mayoría de las mujeres: la endometriosis.
Como su nombre lo indica, la endometriosis es una afección relacionada al endometrio, que es el tejido o revestimiento que recubre la parte interna del útero (matriz), que crece cada mes y que es desechado del cuerpo durante la menstruación (“regla” o “período”).
La enfermedad se presenta cuando ese revestimiento no es desechado durante la menstruación y queda retenido dentro del cuerpo adhiriéndose al útero en forma de nódulos, tumores o injertos. Con el tiempo, estos nódulos se pueden acumular en la vejiga, la cavidad pélvica, los intestinos, ovarios, trompas de falopio, el área entre la vagina y el recto y otras zonas cercanas.
Esto causa que la mujer sufra de un intenso y crónico dolor en la región pélvica y otras zonas del cuerpo.
Muchas terminan quedando infértiles o con otros síntomas difíciles de diagnosticar.
Lo peor del caso, es que la desinformación y el misterio que rodean a la enfermedad hacen que muchas mujeres relacionen los dolores de la endometriosis con calambres típicos del ciclo menstrual y no busquen ayuda médica. Un gran número termina viendo a un doctor cuando ya presentan serias complicaciones como hemorragia interna, inflamación de las áreas que rodean al tumor y formación de tejido cicatrizal.
“Muchas mujeres no saben nada sobre la endometriosis, y por tal razón no conocen los síntomas y cómo cuidarse. Si hablan con el ginecólogo éste quizás les diga que no es nada o que es normal. Desafortunadamente eso no las ayuda a mejorarse”, indica Mary Lou Ballweg, presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Endometriosis.
Si bien los tumores endometriales no son malignos o cancerosos, estudios médicos recientes los han asociado a un riesgo tres veces mayor de desarrollar cáncer de ovarios.
Aparte del desconocimiento, existen varios mitos relacionados con la endometriosis. Es común la creencia de que el dolor en la región pélvica sólo se presenta cuando se han acumulado muchas células endometriales fuera de la cavidad uterina. Pero estudios médicos indican que cualquier cantidad de la endometriosis, aunque sea pequeña, puede causar dolor o malestar
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Por otra parte, no todas las mujeres con endometriosis son infértiles, aunque la infertilidad comúnmente es el resultado del agravamiento de la condición. Se estima que entre el 30 y 40% de las afectadas no puede tener hijos.
Otro mito es que muchas piensan que al no tener síntomas, entonces no están afectadas por este mal.
Pero muchas veces la endometriosis, aunque se encuentre en un estado avanzado (3 y 4) puede causar pocos o ningún síntoma.
También hay mujeres que piensan que se trata de una enfermedad de transmisión sexual o una infección que es contagiosa, lo cual es falso. Peor aún, existía la falsa creencia de que esta enfermedad sólo afectaba a mujeres blancas o anglosajonas y no a las afroamericanas e hispanas.
“La comunidad médica solía pensar incorrectamente que esta enfermedad no afectaba a las latinas, basándose en otro mito que hacía creer que el embarazo curaba la endometriosis, lo cual no es correcto. Y como las latinas tienen embarazos a una edad más temprana, se creía que estaban protegidas, lo que tuvo como resultado que se hicieran menos diagnósticos en la comunidad hispana”, explica Ballweg.
Otra suposición errónea es que las mujeres muy jóvenes no desarrollan la enfermedad, pero lo cierto es que puede afectar a adolescentes y hasta a niñas antes de llegar a la pubertad. La edad promedio en la que se diagnostica por primera vez la afección es los 27 años, en plena etapa reproductiva.
“Entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico pasa un promedio de 10 años, y muchas mujeres no buscan ayuda o tratamiento hasta que se les da ese diagnóstico”, dice Ballweg.
Para diagnosticar el mal se requiere una biopsia quirúrgica, que se realiza generalmente a través de un procedimiento mínimamente invasivo llamado laparoscopia, que permite al cirujano examinar la cavidad pélvica a través de un instrumento conocido como laparoscopio, un tubo iluminado que se introduce por una incisión pequeña en el abdomen.
Muchos casos de endometriosis pueden tratarse con éxito con la cirugía de extirpación laparoscópica.
También se puede realizar una histerectomía, pero se recomienda que sólo sea considerada como un último recurso. Otro tipo de tratamiento disponible es la terapia hormonal que usa estrógeno con la progesterona. No hay ningún medicamento oral para curar la endometriosis y lo único que se puede dar son calmantes para aliviar el dolor.
Aún no se conoce exactamente la causa definitiva de la endometriosis, pero se cree que las células madre, la genética, un sistema inmunológico disfuncional y factores ambientales pueden ser todos parte del origen de esta compleja enfermedad. Según la Asociación de Endometriosis, una niña con una madre que sufre el mal es siete veces más propensa a tener la misma enfermedad.
Aunque muchos creen que la endometriosis no es una enfermedad grave porque no es un asesino como el cáncer, este mal puede causar dolores severos y tensiones emocionales que afectan las actividades diarias de las mujeres, incluyendo su trabajo y relaciones emocionales.
En el caso de las latinas, muchas sufren en silencio porque piensan que se trata de un tema tabú que es demasiado personal para hablarlo con alguien, inclusive con su doctor. Pero los expertos indican que es necesaria una evaluación médica individual, preferiblemente con un ginecólogo.
“Las latinas, por su propia salud y bienestar, por el bienestar de sus hijos, para que puedan cuidar a su familia y vivir una vida productiva y feliz, deben buscar ayuda si se presentan síntomas en ellas o en sus hijas, y no pensar que es algo normal”, aconseja Ballweg.
“Las mujeres que buscan tratamiento deben hacerlo con un cirujano experto en endometriosis y no con un médico general”, sugiere.
Marzo es el Mes Nacional de Concientizacion sobre la Endometriosis, una oportunidad perfecta para recordar que, aunque esta enfermedad no se puede evitar, sí existen tratamientos para controlarla exitosamente.
pedro.frisneda@eldiariony.com