Caminan por una cura

El evento necesita de unos 100 voluntarios bilingües (español e inglés). Estos ayudarán en actividades que van desde distribuir camisetas hasta recoger basura.

Vanessa González (izq.) ofrece desde hace dos años sus servicios voluntarios a la Fundación Susan G. Komen.

Vanessa González (izq.) ofrece desde hace dos años sus servicios voluntarios a la Fundación Susan G. Komen. Crédito: Susan G. Komen

Una dureza en el seno derecho fue el aviso de alerta. Por más de una década sus mamografías anuales no anunciaron nada anormal, pero ella lo descubrió en su acostumbrado examen dactilar.

“Me estaba examinado bajo el agua de la ducha cuando sentí una pequeña pelota en mi seno derecho”, contó Rosa Elena Simmons, natural de Medellín, Colombia. “Me asusté y de inmediato hice una cita médica… Y sí, el diagnóstico resultó ser cáncer mamario”.

En abril de 2010, después de un tratamiento de quimioterapia, la madre de tres fue sometida a una lompectomia (cirugía parcial del seno, donde solo se remueve el tejido afectado), para luego recibir su tratamiento de radiación y la ingestión (por cinco años) de una pastilla que previene el retorno del cáncer.

“Voy a cumplir dos años como sobreviviente del cáncer de seno”, dijo con alegría la residente de Delaware. “Y doy gracias a Dios por haber descubierto el cáncer a tiempo y haber caído en manos de unos médicos y un hospital que está a la vanguardia de las investigaciones y los tratamientos contra el cáncer mamario”.

Simmons agradece también la existencia de eventos que recaudan fondos para las investigaciones que buscan una cura para este tipo de cáncer que afecta a una de cada ocho mujeres en Estados Unidos, y es la segunda causa de muerte entre las de la población femenina del país.

“Las investigaciones que hoy se están haciendo son fabulosas”, aseguró la intérprete y traductora de profesión. “Están permitiendo que se le dé un tratamiento preciso de acuerdo con el organismo de cada paciente… Por eso, desde mi experiencia y supervivencia a este tipo de cáncer, mis hijos participan en las caminatas Susan G. Komen for the Cure que se organizan en California y Pennsylvania”.

Este 24 de marzo se llevará a cabo dicha caminata en el Dodger Stadium de Los Ángeles.

“Necesitamos voluntarios bilingües para este evento y otros que organiza la Fundación Susan G. Komen (SGKF)”, comentó Vanessa González, de 26 años de edad y residente de Bell Gardens.

La mexicoamericana es voluntaria de dicha fundación desde hace dos años en memoria de su madrastra quien falleció de cáncer uterino.

El evento necesita de unos 100 voluntarios bilingües (español e inglés). Estos ayudarán en actividades que van desde distribuir camisetas hasta recoger basura.

Los interesados o las interesadas en ser voluntarios deben llamar a Mónica González , al (310) 575-3011 ext. 10, o escribirle a info@lacounty.org

Los voluntarios que hablan español se enfocarán también a ofrece información educativa sobre el cáncer mamario a las mujeres de habla hispana, quienes según los estudios por lo general son diagnosticadas tardíamente debido a factores que van desde no practicar el autoexamen, por ver la acción como algo poco moral e indebida, hasta no buscar ayuda por vergüenza o carecer de documentos legales para vivir en este país.

Ambrocia López, especialista en educación y en el alcance comunitario para la división de SGKF en el condado de Orange, explicó que el cáncer mamario es el tipo de cáncer más común entre las mujeres latinas de Los Ángeles, que integran el 46.8% de la población total femenina de este condado.

De acuerdo con datos estadísticos de la SGKF, el mayor número de casos entre las de esta comunidad se presenta en el Valle de San Gabriel y las áreas del Centro y Este de Los Ángeles.

“Es importante que las mujeres latinas se quite el tabú de no tocarse los senos”, resaltó Simmons. “La examinación dactilar personal salva vidas. Yo estoy con viva gracias a ella”.

López, por su parte, añadió que, además del examen dactilar, es importante pararse frente a un espejo -con el dorso desnudo- para estar atentas a cualquier señal visual, como por ejemplo, un hoyuelo o zona hundida en algún seno o el hundimiento o cualquier segregación líquida de alguno de los pezones.

También es importante que las mujeres latinas dejen a un lado los mitos de que el cáncer mamario solo es para las mujeres que tiene un marcador de herencia o entraron a la etapa de la menopausia.

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