EE UU: potencial desaseo electoral en Nicaragua
Una comisión del Senado norteamericano aprobó mandar al pleno de la Cámara Alta una reprimenda por las irregularidades electorales en el país centroamericano.
Washington, 27 de Marzo (EFE).- El Comité de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobó hoy a viva voz una resolución que condena el fraude electoral en Nicaragua y pide que la Organización de Estados Americanos (OEA) entregue un informe sobre las “irregularidades constitucionales” en ese país.
La resolución, de nueve puntos, apoya “las aspiraciones democráticas del pueblo de Nicaragua” y pide que el Gobierno de Managua “investigue plenamente” y castigue a los responsables de actos de violencia durante los comicios del 6 de noviembre de 2011, en los que el presidente Daniel Ortega ganó la reelección.
Entre otros elementos, el documento, que aún debe ser aprobado en el pleno del Senado, “deplora la interrupción del orden constitucional en Nicaragua que condujo a la reelección fraudulenta” de Ortega.
La resolución insta a los secretarios del Tesoro, Tim Geithner, y de Estado, Hillary Clinton, a que “de inmediato” tomen medidas para alentar el restablecimiento del orden constitucional en Nicaragua, incluyendo la supresión de exenciones bajo la sección 7031 (b) de la ley de asignaciones fiscales de 2012, que condiciona la ayuda directa que otorga EE.UU. a otros gobiernos.
También pide a la OEA entregar un informe “detallado” sobre las “irregularidades constitucionales” que afectaron la fase pre-electoral en Nicaragua.
Además, el texto pide que la embajadora de EE.UU. ante la OEA, Carmen Lomellin, trabaje en concierto con otros países miembros del organismo regional para “apoyar medidas significativas para el restablecimiento de la democracia y el imperio de la ley en Nicaragua”, de acuerdo con la Carta Democrática Interamericana.
Eso incluiría, según el documento, la invocación de aquellos artículos relacionados con las “interrupciones inconstitucionales del orden democrático” en un país miembro de la OEA.
La resolución busca que EE.UU. también contribuya a fortalecer la capacidad del organismo regional para “proteger las instituciones democráticas y responder a la erosión de la democracia” entre sus miembros.