Se declara culpable en caso “Rápido y Furioso”
Jaime Avila hijo aceptó que comercializaba con armas sin tener una licencia federal y que participó en un complot para esas transacciones
PHOENIX – Un hombre que compró dos fusiles encontrados en la escena del tiroteo que causó la muerte de un agente federal cerca de la frontera entre Arizona y México se declaró culpable hoy de dos cargos graves, en un caso relacionado con la fallida operación “Rápido y Furioso” que trató de rastrear el contrabando de armas.
Jaime Avila hijo se declaró culpable de comerciar con armas sin una licencia federal y de participar en un complot para esas transacciones, así como de hacer declaraciones falsas en una adquisición de armamento y de contrabandear bienes.
Las autoridades dijeron que Avila era miembro de un grupo acusado de adquirir armas y traficarlas a México.
Los fusiles comprados por Avila, variantes del AK-47, fueron hallados en el lugar de un tiroteo ocurrido en 2010, en el que murió el agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, cerca de Nogales, Arizona.
Los investigadores en “Rápido y Furioso” han sido objeto de críticas a ambos lados de la frontera por permitir que presuntos testaferros en la compra de armas salieran de las tiendas con sus adquisiciones, en vez de detenerlos e incautarles las pistolas y fusiles inmediatamente.