No logra ir a morir a su tierra

Mexicano pierde la batalla contra el cáncer sin cumplir su último deseo.

Juan Hernández conocía sobre la gravedad de su enfermedad y, como última voluntad, pidió ayuda para regresar a México y pasar allá sus últimos días. Sin embargo, la muerte lo sorprendió antes, 'su cuerpo no resistió'.

Juan Hernández conocía sobre la gravedad de su enfermedad y, como última voluntad, pidió ayuda para regresar a México y pasar allá sus últimos días. Sin embargo, la muerte lo sorprendió antes, 'su cuerpo no resistió'. Crédito: CRISTINA LOBOGUERRERO / EDLP

MORRISTOWN, NUEVA JERSEY – Juan Hernández sabía que su muerte era inminente, por lo que su última voluntad era ir a morir a México, deseo que no logró culminar, al perder el sábado pasado su batalla contra el cáncer.

“Su cuerpo no resistió”, dijo con voz muy entristecida Adriana Gómez, esposa de Hernández, con quien procreó dos hijas.

Hernández, de 30, fue hospitalizado de emergencia en el Centro Médico Memorial -el jueves pasado- tras haberse agravado su condición de salud, producida por el cáncer de piel que le fue diagnosticado hace más de un año y de la que fue desahuciado hace tres meses, según indicaron sus familiares.

Al ser ingresado al nosocomio, el diagnóstico de los médicos no fue nada alentador y el hombre cayó en coma, siendo desconectado -este sábado- del respirador artificial que lo mantenía con vida, al determinarse médicamente que no tenía ninguna posibilidad de recuperación.

En declaraciones a este rotativo el pasado 15 de abril, Hernández, que en todo momento dijo que su vida estaba “en manos de Dios”. Desde su lecho de enfermo, pidió -como último deseo- viajar a México para morir junto a su familia, por lo que el Consulado de México le otorgó pasajes para él, su esposa y sus hijas, además de garantizarle que recibiría tratamiento médico para su condición, una vez llegara a suelo azteca.

Lamentablemente, los médicos le recomendaron a Hernández no viajar a México hasta tanto su salud se estabilizara levemente, pero por el contrario, su deterioro fue progresivo.

Hernández había llegado a los Estados Unidos hace 11 años y trabajó como cocinero.

Por su parte, su esposa espera comunicarse hoy con las autoridades consulares para pedir ayuda para repatriar los restos de Hernández, a fin de llevarlos a la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, donde vive su familia y es el lugar en el que recibirá cristiana sepultura, según se indicó.

Diana Mejía, directora de Viento del Espíritu -organización comunitaria que ha estado ayudando a la familia- indicó que “en este momento de tristeza sólo nos queda por decir que Juan murió con mucha dignidad y que debemos reconocer los esfuerzos de los hermanos de la iglesia Santa Margarita, que estuvieron hasta los últimos momentos junto a la familia Hernández”.

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