Darán cupones sin exigir huellas
Cientos de familias se verán beneficiadas por la propuesta del gobernador
Nueva York.- La ciudad de Nueva York tendrá que eliminar el requisito de recoger las huellas dactilares para todos aquellos que se quieran adherir al programa de cupones de comida (“food stamps”), de acuerdo a una propuesta de regulaciones emitida ayer por el gobernador Andrew Cuomo.
Cuomo, que ya había mostrado su oposición a este requisito en varias ocasiones, dijo en un comunicado que esta política tiene “connotaciones muy negativas, al tratar a los pobres y a los hambrientos como criminales”, y que además “obliga a muchos ciudadanos a ausentarse de su trabajo para pasar el trámite”.
El estado de Nueva York abolió esta política en 2007, pero la administración Bloomberg siguió utilizándola en la Ciudad alegando que era la mejor manera de evitar fraudes. También ha sido derogada en todo el país menos en el estado de Arizona.
“Estudios demuestran que la recogida de huellas sirve para identificar pagos duplicados y previene el fraude, lo que nos ha ahorrado más de $35 millones en la última década”, declaró Robert Doar, comisionado de la Administración de Recursos Humanos, todavía defendiendo la práctica en nombre de la Ciudad.
La decisión de Cuomo, sin embargo, ha sido bien recibida desde casi todos los ámbitos, y se espera que el número de adscritos al programa de cupones de comida, que aumentó un 70% desde que comenzó la recesión en 2007, crezca aún más.
“El mensaje que se lanza es que en el estado de Nueva York no hay avergonzarse por pedir ayuda para ti o para tus hijos”, dijo el cardenal Timothy Dolan al respecto. “Cuando los pobres nos piden ayuda, no hay que mirarles con sospecha ni humillarles, sino que hay que ayudarles”, añadió.
Entre enero de 2009 y julio de 2010, 5,958 hogares neoyorquinos se quedaron sin el programa de los cupones de alimentos por no cumplir con los requerimientos del sistema de toma de huellas, de acuerdo a un estudio publicado por la organización Empire Justice Center.
Marcos Iglesias, residente en Harlem y adscrito al programa desde 2008, no fue uno de ellos, pero lamenta que la decisión de abolir el requisito a él le llegue tarde.
“Me alegro de que lo quiten, pero yo y toda mi familia ya tuvimos que pasar por la humillación de lo de las huellas”, dijo Iglesias.
Antes de entrar en vigor, las regulaciones propuestas por Cuomo aún tendrán que pasar por un proceso de 45 días, desde el 30 de mayo, en el que estarán sujetas a recibir comentarios públicos.