El Vaticano dialoga con monjas ‘rebeldes’
La Congregación para la Doctrina de la Fe hace un llamado a la LCWR de Estados Unidos a ajustar sus enseñanzas a la fe en Jesús y a la doctrina de la Iglesia.
Ciudad del Vaticano/EFE – El Vaticano recordó ayer a la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), la organización que agrupa a la mayoría de las órdenes religiosas femeninas de EEUU y que depende de la Santa Sede, y le advirtió de que debe atenerse a las enseñanzas de la Iglesia, según informó en un comunicado.
Superiores de la Congregación para la Doctrina de la Fe se reunieron en el Vaticano con la presidenta y la directora general de la LCWR, cita a la que asistió el arzobispo de Seattle (EEUU), Peter Sartain, para analizar la situación creada tras los problemas doctrinales surgidos, que llevaron al Vaticano a dar un toque de atención a las religiosas.
“El encuentro ha permitido a la congregación y a la LCWR discutir los argumentos y las preocupaciones surgidas en un ambiente de apertura y cordialidad”, señaló el Vaticano, que precisó que el Código de Derecho Canónico establece que una conferencia de superiores mayores como la LCWR “está constituida y permanece bajo la dirección suprema de la Santa Sede”.
En el comunicado, el Vaticano subrayó que la LCWR debe promover la unidad eclesial “basada en la fe en Jesucristo y en las enseñanzas de la Iglesia, como fielmente han sido enseñados a lo largo de los siglos”.
El pasado 19 de abril el Vaticano llamó al orden a las monjas de EEUU y pidió una profunda reforma de la LCWR al considerar que su “situación doctrinal y pastoral es grave”.
Un día antes, el prefecto de la Congregación, el cardenal William Levada, y representantes de esa organización analizaron un informe sobre la LCWR, realizado según los medios italianos por el obispo de Toledo (Ohio, EEUU), Leonard Blaire.
El pasado día 4, el Vaticano criticó el libro ‘Just Love. A Framework for Christian Sexual Ethics’, (Sólo Amor. Un marco para la Etica sexual Cristiana) de la monja estadounidense Margaret A. Farley, por sus opiniones acerca de la masturbación, los actos homosexuales, las uniones homosexuales, la indisolubilidad del matrimonio y el divorcio.
La Congregación para la Doctrina de la Fe aseguró que el libro contiene “proposiciones erróneas cuya divulgación puede causar grave daño a los fieles”.