Tras las rejas presunto homicida
Maximiliano Lozada es investigado por el homicidio de su ex-esposa Luz Paulino
Exterior del edificio donde Maximiliano Lozada (en el recuadro), asesinó a su ex-exposa Luz Paulino a principios de semana en un vecindario de Queens. Crédito: Zaira Cortés / EDLP
Nueva York.- Vecinos y amigos cercanos de un dominicano acusado de apuñalar y dar muerte a su ex-esposa, dijeron estar impactados por el hecho violento y su arresto, pues describieron al hombre como “tranquilo y buena persona”.
La Policía arrestó la noche del jueves a Maximiliano Lozada, de 34 años, en relación al homicidio de su ex-esposa Luz Paulino, de 33 años, quien fue apuñalada mortalmente la noche del lunes.
Lozada, originario del popular vecindario de Baracoa, en Republica Dominicana, enfrenta cargos de homicidio y posesión criminal de un arma. El hombre fue arrestado en el segundo piso de un edificio ubicado en la calle Denman, en Queens.
Según vecinos, el departamento en donde se refugió pertenece a su madre, pero dijeron no tener mayor información de la familia.
El lugar del arresto se encuentra a pocos minutos del sitio en donde Lozada apuñaló numerosas veces a la madre de su hijo de siete años. El departamento ubicado en el séptimo piso está sellado y según residentes las investigaciones continúan.
Amigos cercanos de Lozada dijeron estar en shock el asesinato. Describieron a Lozada como un joven tranquilo y hasta retraído.
El victimario laboró por diez años en un restaurante peruano ubicado en la calle 82 y la Avenida Roosevelt. Un compañero de trabajo dijo que Lozada nunca mostró un comportamiento agresivo.
“Era muy discreto con su vida privada, sabíamos poco de él. Convivimos muchos años y puedo decir que es una buena persona, por eso me sorprende mucho lo que hizo”, indicó sin identificarse.
Un empleado del edificio en donde ocurrió el sangriento hecho -ubicado en la calle Hampton- comentó bajo anonimato que Lozada vino a Nueva York con grandes esperanzas.
“Se hizo residente y luego trajo a su esposa legalmente. Vivieron en este edifico por unos cinco años, pero hace como un año se separaron. Él se mudó a un estudio pequeño y tenía la ilusión de regresar con su esposa algún día”.
El ecuatoriano Alfonso Vázquez, encargado del edificio, describió a Lozada como un hombre responsable.
“Siempre pagaba le renta puntual y nunca dio problemas. En el tiempo que la pareja vivió junta no hubo escándalos relacionados con violencia doméstica. Nunca vino la Policía por un asunto de golpes”, indicó.
Vázquez comentó que en los últimos meses, Lozada se mostró deprimido.
“Conversábamos con frecuencia y le noté triste recientemente. Es increíble lo que pasó, porque el muchacho (Lozada) es bien tranquilo”.
Según testigos y autoridades policiales, luego de cometer el homicidio, Lozada caminó tranquilamente con la ropa manchada de sangre a la bodega Jazmina, ubicada enfrente del edificio. En el lugar compró cervezas. Un empleado detrás del mostrador dijo no tener información al respecto.
