Situación de Vieques ante la ONU

Nueva York – A casi una década de que la armada estadounidense abandonará las prácticas militares en la isla de Vieques, ubicada en el archipiélago puertorriqueño, la lucha por una verdadera justicia social no concluye.

Ismael Guadalupe, un veterano activista opuesto a las maniobras militares e integrante del Comité Por Rescate y Desarrollo de Vieques, denunció con un ácido discurso que su diáspora sigue siendo presa en su propia tierra.

A principios de 1940, las fuerzas armadas estadounidenses tomaron las tres cuartas partes de la isla de Vieques -unas 10 mil hectáreas de un total de 13.6 mil- para ejercicios militares y almacenamientos de municiones. Para entonces, a miles de familias se les ordenó abandonar sus tierras y viviendas en 24 horas. Unos 3,000 habitantes fueron desplazados a la isla de Santa Cruz.

Luego de años de protesta, finalmente el primero de mayo de 2003 la milicia norteamericana desistió de ocupar la isla; sin embargo, el área continua inaccesible a los residentes.

Guadalupe indicó que la deplorable situación socioeconómica y de salud pública en la isla sigue sin resolverse, y lamentó que tanto el gobierno puertorriqueño como el estadounidense, mantengan oídos sordos al clamor de los viequenses.

Guadalupe, quien está en Nueva York para exponer el escenario de Vieques ante el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, ONU -que iniciará sus audiencias el lunes-, destacó que la actual incidencia de cáncer como resultado de las prácticas militares es del 27% en la población.

El activista dijo que la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades se mantiene firme en desestimar el vínculo entre el cáncer y la detonación y almacenamientos de municiones.

Según reportes médicos de Puerto Rico, la mayoría de residentes presentan contaminación por mercurio, plomo, cadmio y aluminio.

“Generación tras generación hemos sido envenenados”, sentenció Guadalupe. “Nos mantenemos en lucha por una verdadera descontaminación. La limpieza superficial, que tomará unas dos décadas, no es suficiente”.

Por otro lado, el activista dijo que la devolución de las tierras es una demanda inconclusa. El veterano activista enfatizó que la milicia tiene en su poder más del 50% de las tierras del este de Vieques.

“No se nos permite entrar a esa tierra, hacerlo es una violación. Tenemos una frontera infranqueable en nuestro propia isla”, dijo.

Una de las exigencias principales de grupos activistas durante la lucha por la liberación de Vieques, fue la devolución total de la tierra, demanda a la que accedió el entonces presidente Bill Clinton, pero a una década de la desmilitarización, el territorio sigue en manos de la armada.

Guadalupe comentó que el desempleo, problemas de transporte, la criminalidad y la vivienda escasa son parte del yugo que Vieques soporta desde hace años.

“Nuestro pueblo está a la deriva”, dijo con voz firme. “Hay una crisis social enorme. Las mejores tierras están en manos extranjeras y no se nos permite el acceso a nuestra propia riqueza”.

El activista explicó que la lucha actual es que el gobierno puertorriqueño retome y aplique verdaderamente la Guía de Desarrollo Sustentable que se convirtió en ley en 2004, y la cual propone diversas estrategias para mejorar el panorama económico del lugar.

Ismael Guadalupe dijo que en 2013, diversos grupos y organismos internacionales preparan no una celebración por los diez años de desmilitarización, sino un recordatorio mundial de que las demandas por la justicia en Vieques siguen sin cumplirse.